El regalo de Shinichiro (Mitake/Maitake)

Capítulo 9

Mikey ni siquiera recordaba cómo había pasado los días siguientes. Había tratado de actuar normal, pero se dio cuenta de que había fallado miserablemente, y estaba seguro de que Takemichi lo había notado, pero había pretendido no darse cuenta. Él seguía sonriendo, igual que como antes, la misma sonrisa que hacía que su corazón palpitara más fuerte, y Mikey se sentía estúpido por ser es único que estaba dolido. Trató de convencerse de que estaba bien con la situación, pero la tensión seguía creciendo dentro de él, y se preguntaba si podría soportarla por más tiempo.

Se sintió reluctante al ir a su departamento, porque no creía poder ver el rostro de Takemichi sin sentir que su corazón se partía en miles de pedazos. Pero siempre había algo que lo hacía volver, a detener cualquier cosa que estuviera haciendo a las 6pm. Se sentía preocupado por Takemichi y los bebés. Quería saber qué era lo que Takemichi estaba haciendo, si estaba bien en el departamento, o saber si algo les había pasado.

Se preocupaba.

Lo amaba.

Pero Takemichi amaba a Shinichiro.

Y aunque él fuera físicamente parecido a su hermano, no eran la misma persona. Y por eso, Takemichi no lo amaría de vuelta, porque ama a su hermano.

Su corazón anhelaba que lo amaran, pero él no recibía nada. Nada, pero la tentación que crecía dentro de él, porque de alguna forma, mirarlo caminar con una camiseta larga y su gran vientre lo hacía sentir que Takemichi irradiaba algún tipo de inocente sensualidad, que lo hacían querer tocar su piel y sentirla contra la suya, acariciarlo suavemente, e inhalar su

esencia...

El solo pensarlo lo frustraba.

Él era un hombre que pensaba basado en la racionalidad, y su racionalidad le decía que había perdido y que debería dejarlo ir de su mente y de su corazón. Pero, ¿Qué podía hacer cuando su corazón ya había escogido a Takemichi?

—Feliz Navidad.— Takemichi lo felicitó una mañana nevada. Sonreía animadamente.

Mikey se quedó parado en la cocina confundido.

¿Ya era Navidad?

—Feliz Navidad para ti también.— Murmuró débilmente y se sentó a la mesa. Había algo de comida sobre la mesa, y comenzó a comer.

Takemichi lavó sus manos y se le unió. Comieron en silencio, como lo solían hacer en esos últimos días. Mikey sentía su cuerpo tensarse cuando estaba con Takemichi, y comía lo más rápido posible para poder escapar a su cuarto, pretendiendo tener algún trabajo que hacer. Sin embargo, esta vez, Takemichi lo detuvo cuando estaba a punto de pararse.

—Mikey.— Lo llamó, y Mikey se detuvo y lo miró.

Takemichi se agachó y recogió algo del suelo. Era un pequeño paquete con una cinta azul en él.

—Es un regalo de Navidad.— Dijo suavemente.

—¿Para mi?— Preguntó torpemente.

Takemichi asintió y le acercó el regalo a sus manos.

—No es caro, pero... espero que te guste.

—¿Puedo abrirlo?— Preguntó y una vez más, Takemichi asintió.

Incómodamente, y bajo la mirada de Takemichi, Mikey abrió el regalo. Estaba envuelto cuidadosamente, y tan pronto como abrió el envoltorio vio el contenido. Era un par de guantes negros tejidos. El material era suave, y su nombre estaba escrito cerca de las muñecas. Una sonrisa apareció en su rostro mientras veía el regalo.

—¿Los hiciste tú? — Le preguntó a Takemichi, quien lo miraba nerviosamente.

Takemichi mordió sus labios, viéndose culpable.