Capítulo 14

1K 135 13
                                    


Mikey se encontró a sí mismo parado en un pasillo del hospital. Estaba solo, y el olor característico del hospital llenaba sus pulmones. Se encontraba parado firmemente como una estatua, como solía hacer cuando tenía muchas cosas en mente, miraba fijamente la puerta de la sala de emergencia, rezando silenciosamente para que ésta se abriera pronto.

Era jueves. Un día antes del que se suponía debían visitar el hospital.

Takemichi había colapsado frente a sus ojos esa mañana. Mikey pensó que sufriría un ataque al corazón. Estaba sorprendido y aterrado cuando vio el cuerpo de Takemichi repentinamente golpear el suelo, causando un fuerte ruido. El más joven no se movía, estaba pálido, y Mikey hubiera pensado que estaba muerto si no hubiese visto el leve subir y bajar de su pecho. Se quedó paralizado, deseando que sus ojos lo hubiesen engañado, y que todo fuera una alucinación.

Pero no lo era.

Agradeció a Dios cuando por fin volvió en sí, e inmediatamente llevó a Takemichi al hospital.

Draken apareció justo después de que estacionara su auto frente al hospital. El cabello del doctor estaba desordenado, obviamente se había apresurado a llegar antes que ellos después de que Mikey le llamara avisándole que estaba en camino al hospital. Tan pronto detuvo el auto, Draken abrió la puerta del asiento trasero y habilidosamente bajó del auto a Takemichi quien estaba inconsciente, llegó hasta la puerta del hospital donde dos enfermeras lo esperaban con una camilla.

Mikey inconscientemente retuvo la respiración mientras seguía a Draken y a las enfermeras quienes llevaban a Takemichi a la sala de emergencia. Su vista estaba fijada en el rostro pálido de Takemichi, que se sacudía un poco al ser llevado lo más rápido que las enfermeras podían, hasta que le cerraron la puerta en la cara.

Había pasado casi una hora, una tortuosa hora, y podía sentir como su paciencia se agotaba. La preocupación lo estaba matando, y no podía evitar culparse. Debió haber prevenido esto. Sabía perfectamente que desde el último accidente Takemichi estaba estresado, tenía marcadas ojeras, y era obvio que estaba perdiendo peso. Debió haber sido responsable y haberlo llevado antes al hospital.

Su cuerpo temblaba y estaba al borde de las lágrimas cuando la puerta finalmente se abrió, revelando el cuerpo alto del doctor.

En ese momento, cuando vio el rostro sombrío de Draken, deseó que la puerta no hubiera sido abierta. No estaba seguro de estar preparado para escuchar nada acerca de Takemichi y los bebés. Sus pies se encontraban pegados al piso blanco del hospital mientras sus ojos seguían cada movimiento de Draken mientras éste caminaba hacia el. Sus manos estaban sudadas, y apretó sus puños, esperando que esto lo ayudara a mantener la compostura cuando escuchara las noticias.

— No es muy bueno.— Draken dijo lentamente, y Mikey sintió algo enterrarse en su corazón. Sintió su cuerpo frío y pareció olvidar como hablar. — Están débiles— Draken frotó sus sienes cansado. — Takemichi y los bebés, quiero decir... Pero estarán bien... Por ahora.

— ¿Por ahora?— Mikey preguntó en voz baja.

Draken suspiró.

— Te he dicho que es muy riesgoso para Takemichi estar muy estresado. Los latidos de los bebés estaban por debajo de lo normal, pero logramos mejorar eso. Todo lo que tenemos que hacer ahora es asegurarnos de mantenerlos estables. Necesitan cuidados intensivos, ya que no podemos predecir si algo malo pueda suceder después....

Draken se detuvo mientras la puerta de la sala de emergencias se abría. Los dos miraron hacia ésta, y vieron a la enfermera sacando a Takemichi en una camilla. La enfermera se detuvo junto a Draken mientras éste le daba algunas instrucciones. Ahí fue cuando Mikey pudo ver a Takemichi claramente, y su corazón se retorció al ver su figura inconsciente. Con su mano temblorosa, tomó la de Takemichi.

El regalo de Shinichiro (Mitake/Maitake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora