𝑫𝑬𝑺𝑰𝑹𝑬 𝑨𝑵𝑫 𝑻𝑬𝑴𝑷𝑻𝑨𝑻𝑰𝑶𝑵

°→ҼҎأֆoժأo 02

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モριѕ☉dι☉ (02)
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Como ya se encontraban en vacaciones, Jimin no podía salir a divertirse, ya que en todo ese periodo de tiempo su tío lo castigo por perder el año escolar y tenía prohibido salir con sus amigos y jugar videojuegos.

Han quería que su sobrino se tomará sus estudios más enserio y estudiará más para no volver a cometer los mismos errores, el año que venía debía aprobarlo sin ninguna complicación alguna.

—Tío por favor — rogó Jimin.

—No Jimin.

—Por favor tío, solo será por unas horas, ¿Si?

—Te dije que no — pronunció firme.

Jimin enseguida formo un mohín con sus labios, mirando con ternura a su tío, de esa forma pretendía convencerlo.

—Eso no funcionara está vez jovencito.

—Por fis tío.

—No Jimin, te dije que estás castigado y no puedes salir.

—No es justo..— refunfuño acentuando más su mohín, cruzó sus brazos —. No quiero estar castigado todas las vacaciones.

—Si no quería eso, debiste aprobar todas tus materias — informo elevando una de sus cejas.

—Los maestros y las materias me odian tío — esa excusa parecía algo infantil.

Han suspiro.

—Como sea, ya debo irme y si me entero que saliste sin mi permiso tu castigo será mucho peor, ¿entendido?

—Esta bien tío Han.

—Buen chico.

Han acaricio la cabellera del menor y beso su frente, después simplemente se marchó.

Ese día Han tenía una entrevista de trabajo muy importante para él y tenía que pasarla con éxito ya que fue despedido de su anterior trabajo.

Jimin suspiro un poco triste y llamo a hobi para cancelar su salida ya que no pudo obtener el permiso para salir. No salió como lo planeó.

—Hola hobi.

—Hey.. ¿Donde estás? — sonó eufórico al otro lado de la línea.

—No podré ir, mi tío no me dio permiso.

—¿Por qué no?

—¿Porqué crees?, Estoy castigado todas las vacaciones.

La risilla de hobi se escucho al otro lado de la línea haciendo que Jimin se enfadara un poco más.

—No te rías idiota es algo serio.

—Bien lo siento..— rio divertido —. Entonces iré a tu casa.

—¿Enserio?

—Si, de hecho ya estoy en camino.

—¡Bien, aquí te espero!

Sólo bastaron unos par de minutos para que hobi llegará a casa de Jimin. Toco el timbre y enseguida la puerta fue abierta.

—¿Ya llegaste?