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モριѕ☉dι☉ (16)

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Jimin afortunadamente fue atendido a tiempo y ya se encontraba estable y fuera de peligro. Ahora descansaba en una habitación del hospital.

Los brazos del menor tenían pequeñas rasgaduras a causa de los varios vidrios que lo golpearon, pero afortunadamente no era nada grave, tampoco la herida de su frente era tan grave. Si era un poco profunda pero con los cuidados adecuados se recuperaría pronto.

Jisung ingreso a la habitación donde dormía Jimin y otra vez sus ojos comenzaron a picar sintiendo que pronto las lágrimas harían presencia. Verlo herido, con aquella venda que cubría la herida de su frente y además sus brazos con rasgaduras de heridas, pero sobre todo esos tan visibles moretones en los mismos, le partió el corazón. Se encontraba en el mismo lugar que su sobrino pero no pudo ser capaz protegerlo del peligro que lo asecho.

—No te culpes Han — Hina apoyo su mano en el hombro del chico, mostrando así su apoyo y cariño hacia él —. No tienes que culparte de esa manera.

—Pero-..

—Ya, Han — lo corto antes que dijera su tanda de quejas —. Jimin está bien ¿no es así? En unos días estará recuperado — suspiro bajito, volviendo a sobar el hombro del más alto sonrió con ligereza —. ¿Entiendes? ¿ahora puedes por favor respirar un poco?

—Si, está bien.. — asintió pasivamente, no deseaba darle la contra.

Hina sonrió.

—Muy bien.

—Hina, bueno.. — giro sobre su mismo eje encontrándose con los encantadores ojos de la chica frente a él —. Lo siento por arrastrarte a esto, por culpa mía estás en riesgo de perder tu trabajo.

—Ahí vamos de nuevo — rió ella, apreciando con ternura la sincera disculpa de Jisung —. No me obligaste a nada, lo hice por cuenta propia y nadie me obligo a tomar esta decisión.

—Pero aún así yo-..

—Han — exclamó interrumpiendo al chico —. Ya deja de pedir disculpas o culparte por todo, si te digo que no es tu culpa no lo es y punto.

Jisung se estremeció ligeramente oor la voz firme de Hina, sabía que no debía insistir más.

—Cuando den de alta a Jimin volveré a Seul — Jisung mencionó de repente.

—Bien, entonces también yo.

—¿Estas segura?, Tal vez puedas convencer a Sejin.

Ella negó.

—No tiene caso Han — explico ecuánime —. Sejin se portó como un verdadero idiota y la verdad yo odio las injusticias y a los idiotas.

Aquello hizo reír a Han.

—Si, también yo.

Ambos sonrieron al unísono y sus ojos brillaban transmitiendo un bello sentimiento.

—Gracias, muchas gracias — sin pensarlo, abrazo a Hina con calidez envolviéndola entre sus brazos y beso su frente con el mismo cariño —. En verdad aprecio que estés aquí conmigo, si estuviera solo, seguramente me volvería loco. Gracias por aparecer en mi vida Hina, gracias por siempre desaparecer el dolor de mi corazón.

En cambio el corazón de Hina parecía explotar de lo rápido que latía. El repentino abrazo, las palabras y sobre todo la calidez que Jisung le transmita era algo que la ponía nerviosa pero también muy feliz.

𝑫𝑬𝑺𝑰𝑹𝑬 𝑨𝑵𝑫 𝑻𝑬𝑴𝑷𝑻𝑨𝑻𝑰𝑶𝑵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora