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モριѕ☉dι☉ (07)

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En todo el camino de vuelta a casa de hobi, nadie decía nada. Jimin en cuanto supo que su querido amigo se dio cuenta que los vio juntos evitó hablar con él o mirarlo, no se sentía capaz de enfrentarlo aún.

Hobi miraba a su amigo, quien se encontraba pegado a la otra esquina del asiento mirando a todos lados menos a él, sabía perfectamente que Jimin no quería hablar sobre el tema, lo conocía tan bien que incluso si no dijera nada, sus expresiones faciales lo delataban.

—Jimin..— farfulló, se apego a su amigo, quien dio un brinco del susto —. Quiero hablar contigo amigo querido.

—Quítate idiota, me aplastas — regaño.

—Mirame — ordenó ecuánime.

Jimin lo miro tratando de no aparentar estar nervioso, pero no sirvió de nada, era muy evidente.

—¿Que fue eso? — pregunto curioso.

—¿Qué? ¿qué cosa? — trato de donar irónico.

—Me refiero a lo que vi en el aeropuerto— le susurro para que su madre no los escuchara —. ¿Por qué Jungkook te agarro así?

—N-no me tomo así, estas loco —Susurro de vuelta farfullando —. N-necesitas lentes, al parecer ves cosas que no son.

—No mientas, puedo notar perfectamente cuando mientes, te conozco muy bien.

Jimin trago seco.

—N-no es nada

—¿Estas seguro de eso?

—S-si

—No me mientas y dime la verdad Jimin — inquirió, no pretendía dejar ir el tema o que su amigo huyera.

—E-es la v-verdad.

Hobi bufo.

—Claro que no lo es, cuando te pones nervioso o asustado, comienzas a Balbucear.

—P-pero..

—Si no me lo dices, lo averiguaré por mi mismo — pronunció firme.

Jimin hizo mohín, sabía que hobi sería capaz de saber la verdad de la manera que sea y como sea, su amigo era un experto en ese aspecto, creía incluso era más experto que el mismísimo FBI.

—Bien te lo diré — rendido pronunció —, pero cuando estemos solos en tu cuarto. Nadie debe saber esto.

—Bien — le sonrió tierno.

Cuando llegaron a casa ambos jóvenes se bajaron del carro como locos entrando dentro la casa, subieron las escaleras y se encerraron finalmente en esa silenciosa habitación donde compartirían ese secreto.

—¡No corran así! ¡qué pueden caerse! — vociferó la madre de hobi.

Hobi cerró la puerta de su habitación con seguro y ambos subieron sobre la cama frente al otro.

𝑫𝑬𝑺𝑰𝑹𝑬 𝑨𝑵𝑫 𝑻𝑬𝑴𝑷𝑻𝑨𝑻𝑰𝑶𝑵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora