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Alejandro Vargas

TN vivía una vida llena de lujos y misterio en la hermosa ciudad de Ensenada, Baja California. Era conocida en los círculos más oscuros y peligrosos como una de los narcotraficantes más buscadas en México y Estados Unidos. Su belleza y carisma la convertían en un enigma irresistible para todos aquellos que se cruzaban en su camino.

Durante una noche de verano, TN asistió a una glamurosa fiesta en una mansión frente al mar. El lugar estaba lleno de figuras influyentes y adineradas así como jefes de altos mandos en gobierno, otros narcotraficantes, actores, etc. Ella se movía con gracia entre los invitados, charlando y riendo como si no tuviera nada que ocultar.

Mientras tanto, al otro lado de la ciudad, Alejandro Vargas militar de las Fuerzas Especiales de México, se preparaba para una misión conjunta con las fuerzas estadounidenses. Tenía la misión de desmantelar una peligrosa red de narcotraficantes que había estado causando muchos problemas en la región. 

Narra TN 

Caminaba entre la gente, siempre con dos de mis hombres detrás de mí cuidando mis espaldas, la fiesta estaba llena de gente armada, si algo sucedía estoy segura de que nadie saldrá vivo de aquí. Solamente estaré una hora y media, después me marcho para continuar con mi trabajo.

— ¿Cuánto tiempo te quedarás en la ciudad, flaquita? - uno de los hombres con quien tenía tratos se acercó a mí, yo estaba en la barra - 

— No lo sé - respondí - no planeo quedarme mucho.

— ¿Volverás a Ciudad Victoria? - me miró -

— Está muy caliente la zona, los militares están en las calles siempre.

— Nosotros mañana vamos para allá - respondió -

— Buen viaje - respondí - espero todo salga bien.

Estuvimos conversando por un par de minutos más hasta que ambos nos separamos, sentía la mirada de alguien sobre mí, trataba de no tomarle mucha importancia porque sé que muchos tienen sus ojos puestos sobre mí pero en particular, esta mirada, me estaba poniendo nerviosa. Busque entre la gente hasta que me di cuenta que al otro lado de la barra estaba un hombre, sentado, él es quién me ha estado viendo, alcé una ceja y sonreí, me puse de pie caminando hasta una pequeña explanada que se acercaba un poco más al mar. 

Escuché los pasos de alguien acercarse a mí.

— Manténganse cerca - les dije a mis hombres -

Ellos se alejaron un poco dejándome sola, los pasos se acercaron más a mí, yo seguía con mi mirada puesta en el mar.

— Creí que el Fénix sería hombre - una voz masculina se escuchó a mi lado -

"Fénix" es mi apodo, conocido y temido por todo México.

— ¿Te desilusiono saber que soy mujer? - alcé una ceja -

— Para nada - respondió - me causo más intriga.

— ¿En serio? - solté una risa - espero que esta noche sea inolvidable.

— Eso depende de con quién te encuentres - respondió - 

— ¿Y quién eres tú para hacer esa noche inolvidable?

— Solo soy un hombre en busca de compañía interesante - respondió viéndome -

— ¿Cómo sabes de mí? ¿Y por qué te acercaste a mí?

— Quien no sabe de ti, esa es la pregunta - se recargo en la barandilla - solo me parece interesante saber como alguien como tú tiene todo esto.

— Por esfuerzo - me encogí de hombros - y confianza en mí misma... Seguramente sabes todo sobre mí pero aquí la pregunta es ¿Quién eres tú? Nunca te había visto por aquí.