❦ 𝟏𝟎 ❦

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-¡Ahh! ¡Alfa... No hagas eso!- el pelinegro se retorcía en la cama del placer.

-Tiene que darle de comer a tu bebé- dijo con una sonrisa ladina mientras se encargaba de succionar su pezón sacándole leche.

-¡Ah! Bi-Binnie, no...- el alfa por un instante parecía volver en sí ante sus palabras, tenía en su rostro una mirada perdida como si tratase de recordar algo, se mantuvo viéndolo fijamente pero luego de unos segundos, sonrió y devoró el pecho de su omega llenando su boca de aquella sustancia.

Dong Min con solo verlo con su pezón en la boca se excitó más de lo que estaba, comenzando a mojar nuevamente la cama de su lubricación.

Habían pasado unas 18 horas, 6 de ellas habían descansado; Dong Min perdió la cuenta de cuántas olas de calor habia tenido, de cuántas veces lo había mordido y azotado, porque sí, al alfa de Bin le gustaba ver marcada su mano en la piel de su omega.

Pero no sólo se trataba de follarlo hasta el cansancio, también eran mimos los que el omega recibía y hasta tuvo miedo porque su omega salía y su consciencia quedaba en segundo plano.

-Tu leche es una delicia... Ahora déjame probar la otra- Dong Min ni terminó de reaccionar cuando el alfa ya estaba chupando su pene abriendo sus piernas ampliamente mientras cariciaba sus muslos, ingle y perineo para llevarlo más rápido a aquel arrasador orgasmo -Eres tan dulce por todas partes, mi omega.

-Alfa, por favor~ - lloriqueó y abrió sus piernas para mostrarle al alfa lo mojado que estaba y cuanto lo necesitaba.

Porque con Bin su pudor no existía.

Con un nuevo condon puesto, se alineó en su entrada y entró de forma brusca mientras el omega se limitó a abrazar el cuerpo del mayor y a gemir tan alto que juraba que todos en la mansión los escuchaban, pero no era así gracias a que la habitación de ellos estaba especialmente insonorizada, por la misma razón.

-M-más ¡Ahh! ¡Más, por favor!- pidió Dong Min y fue complacido.

Enterró sus uñas en la blanquecina espalda de su novio y mordió su hombro para que no salieran más sonidos de su boca. No quería exagerar tanto, aunque la estuviera pasando de maravilla.

Su cintura le dolía y su espalda también de tanto que se había arqueado, pero no le importaba. Quería complacer a su alfa y satisfacerse a si mismo luego de largos meses sin nada de sexo debido a su abstinencia obligatoria.

Bin desaceleró y se fue sentando en la cama sosteniendo el cuerpo de su chico, indicándole la debida posición en la que quería acabar.

Dong Min sin pudor, se acomodó bien encima de su regazo y comenzó a mover sus caderas con experticia haciendo delirar al alfa que amaba cuando su omega sacaba ese lado tan sexual y se entregaba al placer sin importar lo obsceno que se miraba.

-Humm... precioso, te mueves tan bien para tu alfa- dijo mientras daba besos en su cuello.

-A-alfa es- aaw~... Es tan grande en mi interior- dijo entre jadeos mientras se dejaba llevar por el exquisito placer.

-Y tú... Eres tan apretado, omega.. ¡Ah! Sigue... Mas rápido, omega- Gruñó y mordió su labio inferior dando inicio a una guerra entre sus lenguas donde peleaban por el control del otro.

Se sujetó del cuello de su castaño mientras daba saltitos y movían sus caderas de adelante hacia atrás, acariciando en ocasiones su pezón lascivamente provocando más al alfa. Por otro lado, Bin lo sostuvo de la cintura y apretaba sus glúteos para que la penetración fuera más certera y deliciosa.

My Sweet Baby |❦︎| BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora