"-¿Me seguirás amando incluso cuando todo se vuelva difícil?
-Daría mi vida por ti, eso tenlo seguro".
La parte más dura de afrontar es el destino incierto, sucesos que marcarán su vida a nada de suceder, una confesión más en la boca... Una famili...
Luego de aquella reunión, la pareja llegó directamente a la casa donde Bin se encargó de mimar a su esposo, abrazarlo y darle pequeños besos en su frente hasta que se quedaron dormidos en medio de la cama.
Al día siguiente, el castaño tuvo que levantarse temprano para llegar con tiempo a la oficina y dejar todo listo para abandonar sus responsabilidades por al menos esas semanas de vacaciones que se tomaría.
Antes de salir de la habitación, dejó un beso en la frente de Dong Min quien dormía como si llevase años sin hacerlo. Él simplemente se marchó.
Al bajar las escaleras, le sorprendió ver a sus hijos hablando con Soyeon en la sala. Enrollados en el sofá, en pijama y viendo series mientras comían cereal. Dejó su saco un momento en una silla y se abalanzó a ellos abrazándolos, haciendo que los chicos se rieran.
-Buenos días, bebés- besó a su hijos en la mejilla haciendo que estos se lo regresen. -Buenos días, Soyeon.
-Espero hayas dormido bien- dijo la mujer, sonriendo al ver tan tierna escena.
-¡Papá, casi nos echamos el cereal encima por ti!- se quejó Youngjae.
-Perdón, bebé- dijo en disculpa con una sonrisa y el chico solo giró su rostro avergonzado. Su padre aveces era muy dulce.
De hecho, era algo en lo que los chicos siempre pensaban, la razón por la cual un hombre tan temido como era su padre, era el mismo hombre dulce que los abrazaba y mimaba aun cuando poco a poco se convertían en adolescentes. La respuesta es fácil y lo saben también, y es que Bin los amo sobre cualquier cosa, porque para el alfa no hay nada más sagrado que su familia.
-Niños, les quiero pedir que no molesten a su papá. Dongminnie está muy cansado, todos estos días no ha dormido bien y quiero que reponga todas sus energías- les pidió con dulzura mientras abrazaba a Yoojung.
-No te preocupes, papá, papi dormirá todo lo que quiera y nadie va a molestarlo.
-Puedes estar tranquilo, Bin, Minnie estará bien en casa- le aseguró Soyeon y asintió. Por lo general, Bin siempre hablaba con los pequeños primero y luego con ella porque sabía que sus hijos eran muy obedientes y harían cualquier cosa que quisiera siempre y cuando les hablara con calma.
-Bueno, me voy. Pórtense bien, si se aburren o algo, pídanle a Mark que los lleve a la oficina o llamen a Sua. Hagan lo que quieran, pero con moderación- los pequeños habían salido de vacaciones en la escuela y más por esa razón fue que la pareja decidió celebrar su aniversario en esos días para que los pequeños pudieran acompañarlos y no afectar sus clases.
Con un último beso en sus frentes el alfa se levantó del sillón, sin pensar que entre los dos menores lo tomarían de la cintura y lo harían regresar al asiento, abalanzandose sobre él y haciéndole reír.
Aunque al final, el Alfa si tuvo que dejarlos e ir a la oficina.
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