"-¿Me seguirás amando incluso cuando todo se vuelva difícil?
-Daría mi vida por ti, eso tenlo seguro".
La parte más dura de afrontar es el destino incierto, sucesos que marcarán su vida a nada de suceder, una confesión más en la boca... Una famili...
No pasó uno, sino varios días luego de aquel pequeño arranque de celos y aunque Dong Min ha hecho de todo para no estar cerca de Seung Woo, lastimosamente no lo conseguido, más ahora que por desgracia a enfermado y el alfa lo cuida la mayor parte del tiempo mientras labora.
Para su desgracia, San Ha está de viaje ahora y no tiene en quien refugiarse, y digo esto ya que el pelinegro lleva casi un mes o tal vez más con vómitos y mareos fuertes, según él, debido al estrés y cansancio con el que vive. Gracias al cielo faltaba poco para irse de vacaciones con su familia a aquel destino maravilloso donde había decidido pasar su aniversario.
Ese día, le toca hacer nuevamente más de 24 horas de turno, por lo que Bin preocupado, le pide a Soyeon haga algo de comida para su esposo y cuando estuvo lista, se fue en el auto junto con Mark hacia el hospital para dejársela.
Lo que Bin no esperaba, era ver a su amado esposo siendo abrazado por su colega en una zona muy alejada de donde se supone debería estar.
No hizo nada, no le hizo caso a su alfa, solo se mantuvo en su lugar esperando que en algún momento Dong Min se diera cuenta de su presencia, pero parecía demasiado ido junto a su acompañante que terminó liberando sus feromonas, llamando casi de inmediato a su omega. Mismo que al verle, se separó con un sobresalto del alfa.
-Buenas noches, mi amor- saludó fingiendo cortesía y lo que más le enojó fue ver el claro resoplo que hizo el alfa pelinegro en su presencia.
-Ca-cariño, no te esperaba- Dong Min lo tomó de la muñeca, pero el hombre ni siquiera se inmutó.
-Ve a tu consultorio, ya llego- el omega estuvo a nada de rechistar, pero viendo sus ojos sabía que no sería bueno, así que obedeció.
Habiendose Dong Min alejado, fue entonces que Seung Woo lo confrontó.
-No sé si Minnie es tu pareja o tu perro, pero es muy obediente cuando se trata de ti.
-Él siempre es complaciente así como yo también lo soy con él y créeme, Dong Min hace más que eso para mí- el azabache casi y rie.
-Moon, por favor, no alardees de tu matrimonio, hace unas semanas estabas a nada del divorcio.
-¿Y? ¿Es acaso eso importante? ¿No ves que Dong Min está a mi lado todavía? - habló sin darle importancia -Esto no se acabará tan fácil, pero es obvio que tú no sabes de lo que hablo.
-El experto en amor, ¡Qué maravilla!
-He estado divagando mucho, así que lo diré una sola vez; aléjate de mi omega- dijo amenazante.
-Siempre me han gustado los retos y las cosas ajenas. No te preocupes, Moon, seré un buen padre para tus hijos.- fue la gota que derramó el vaso, el puño del castaño fue a parar a su rostro.
-¡Mierda!- se quejó de dolor y pensó en devolverle el golpe, pero aquel alfa con su dominante presencia no se lo permitía, era como si estuviese atado de manos y pies.
-Sigue soñando, ya estás advertido, Cha. - dijo con un aura intimidante y rostro tranquilo, y se fue.
El alfa pelinegro no dijo más que maldiciones que Bin ya no pudo escuchar.
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