❦ 𝟏𝟐 ❦

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¿Quien dijo que se necesitan palabras para expresar sentimientos?
¿Es qué acaso nunca has sentido el poder de una mirada?
¿O lo deslumbrante que puede llegar a ser una sonrisa genuina?

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La vida de pareja con hijos no ha sido fácil para ellos. El tiempo se les ha acortado, más a Bin que busca siempre la forma de organizar su tiempo dividiendolo entre su trabajo y familia.

No todos los días se podía dar el lujo de faltar al trabajo aunque fuera el dueño de su compañía, como presidente tenía muchas responsabilidades y viajes que realizar por lo que dejaba a su omega solo en ocasiones, pero en su ausencia, hombres cuidaban de su familia y le informaban si algo fuera de lo normal ocurría. Así estaba más tranquilo.

Dong Min por las mañanas despedía a su novio y se quedaba al cuidado de sus pequeños que se portaban de la peor forma. Y todo era solucionando cuando entre las 7 y 8 de la noche, el alfa llegaba a casa y los pequeños de 8 meses dejaban de llorar. Se habían apegado demasiado a su padre y Bin a ellos.

El castaño resultó ser mejor padre de lo que imaginó.

No había entrado bien a casa cuando ya estaba subiendo desesperado a la habitación de sus hijos donde los pequeños dejaban de sollozar y una sonrisita se les formaba en el rostro.

Llamaba a Dong Min para que lo ayudara a bajar con ellos hasta el comedor donde se los colocaba en sus piernas porque los pequeños no se querían despegar de él aunque tuvieran sus sillitas y les daba de comer aquellos licuados especiales para ellos.

Realmente el omega quedaba encantado con el alfa por la forma en la que los cuidaba, en la forma en la que los sostenía para que no se cayeran, como limpiaba sus boquitas con unas toallitas y los llenaba de aquel aroma que hasta a él lo relajaba. Sin duda, Bin era el mejor hombre que podía existir.

En las madrugadas cuando alguno de ellos se despertaba, Bin era quien se levantaba pidiéndole al omega que siguiera descansando que él se encargaría y podía observar por el monitor como Bin se sentaba en una silla mecedora a dormir nuevamente a sus hijos y escuchaba como al dejarlos nuevamente en sus cunitas les decía un 'te amo' a cada uno mas un apodo tierno.

Pero claro que no todo es color de rosa, también en ocasiones discutían por tonterías como la ropa sucia, el desorden en su baño o por haber tomado la almohada del otro sin permiso. Eran discusiones totalmente tontas que al final era resueltas por un alfa haciendo un gesto aniñado mientras le pedía perdón al omega que se sonrojaba al verlo y terminaba eliminando toda molestia.

Aunque a veces parecía que la falta de tiempo y comunicación de la pareja era la que afectaba su relación, ellos intentaban sentarse una pequeña hora y conversaban sobre la vida del otro para entenderse mejor tal y como hizo Dong Min una noche que se sentó con él en la cama para mostrarle algo sumamente importante.

-Quiero entregarte esto- dijo y le extendió con su mano un pequeño libro.

-¿Qué es esto?

-Es mi diario, quiero que tu lo tengas de ahora en adelante y que me ayudes a enterrar todos los eventos del pasado.

Bin no dijo absolutamente nada solo lo abrazó y se fue a dormir con él. A los días, comenzó a llevarse al trabajo el diario del chico para leer cuando tenía tiempo.

My Sweet Baby |❦︎| BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora