✵flasheros.✵

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Los cuatro nenes se sentaron bajo la sombra a la hora del recreo, Samu y Leon se compraron un pancho, mientras que Emma y dulce comían galletitas.

—Mi papá me dijo que en las vacaciones nos podemos ir a Neuquén.— contó Emma, súper contenta.

— ¿si? En neuquén hay nieve ¿sabían?— preguntó Dulce.

León negó.

— ¿ahí vive papá noel?— habló Samu, con la boca llena.

—¡que asco!— exclamó Emma, al ver la comida masticada dentro de su boca.

— déjalo.— lo defendió Dulce. Sacó unos pañuelitos de su bolsillo y le limpió los restos de miga que tenía Samuel en la boca. — y no, ahí no vive papá noel, papá noel vive en la antártida.

—¿donde queda eso?– preguntó León.

los tres restantes se encogieron de hombros.

— yo escuché a Papá hablando por teléfono con mi mamá... mi mamá le dijo que está embarazada.— Dulce hizo un gesto con su boca.

Samu, León y Emma la miraron sorprendidos.

— Mira si mi mamá quiere más al bebé que a mi.— piensa.

—no digas eso, cuando yo estaba en el hogar la señora que nos cuidaba nos quería a todos por igual.— contó León.— tu mamá va a querer a los dos.

Samu abrió su paquete de gomitas con forma de tiburón y le convidó a Dulce.

— sino tírala de las escaleras.

— Samuel, eso no ayuda. Cállate.— lo retó Emma.

—cambiemos de tema.— propuso Serue menor.— Ayer mi papá me leyó un cómic de flash, corrió tan rápido que viajó al pasado.

—¿como será viajar al pasado?— cuestionó Emma.— yo viajaría al pasado a ver a mi mamá.

— yo también.— asintió León.

— Yo le diría a mi papá que compre dólares.— Samuel hizo un bollo el paquete de gomitas vacío.

— Yo viajaría al pasado y espiaría a mi papá de joven.— Dulce rió.— quiero conocer a la persona que más amó, ademas de mí, Obvio.

— yo te voy a construir una máquina del tiempo.— el spallatti menor le prometió a Dulce.

— A todos.— agregó León.

Samu suspiró.— si, a todos.

—¡hola!— una nena de su mismo curso los saludó.— Samu, esto es para vos. Te lo manda Luli.

Dulce abrió sus ojos más de lo normal, y miró cada movimiento que hizo Samuel.

—¿qué dice?— preguntó Emma.

—No sé, si no sé leer todavía.— se encogió de hombros.— hay un corazón.

— ¡Ay, dame!— Dulce se lo arrebató de las manos.

" Cerido samu vos me gustas yo te gusto?

si [] no [] ❤️"

la Lombardo más chicos abrió su boca indignada.

— ¿qué dice?— le preguntó su amigo.

— Dice que le gustas, y pregunta si vos gustas de ella también.— León, qué se encontraba detrás de Dulce, también leyó aquella confesión.

Samu lo pensó, y asintió.— es linda.

Dulce en su mente no sabía que hacer, no lo podían estar arrebatando al chico por el cual peleó tanto para que se su papá la dejase juntarse con él.

— ¡no!... si sos novio de ella te vas a llenar de piojos.

—Mi amiga no tiene piojos.— La nena defendió a Luli.

— tiene... tiene, tiene dinosaurios de lo grandes que son.— se levantó del piso, enojadisima. — Me voy al salón, Chau.

— Dulce, espérame.— Emma corrió detrás suyo.

— ¿y? no tengo todo el día nene.— La amiga de Luli apuró a samu.

— Eehh... lo voy a pensar.— contestó y la nena se fue.

— ¿te parece linda Luli?— León se volvió a sentar al lado de su amigo.

— .... Si.— él lo miró, preocupado.— pero a Dulce le cae mal.

— Si, re mal. Si sos novio de ella Dulce no te va a querer más.

el Spallatti menor frunció su ceño. — No quiero que Dulce deje de ser mi amiga.

— Y bueno, decile a Luli que no, y te salvas de que Dulce te odie y de que te contagien los piojos.

Samuel asintió de acuerdo.

[✵]

— ¡pa!— gritó Dulce desde su pieza, recién se despertaba de su siesta.

—¿qué pasó?— Mauro entró a la habitación.

—¿por qué tenes olor a pasto?— preguntó su hija mientras se refregaba los ojos.

—.... ¿qué pasó?— evitó el tema.

— tuve un sueño muy raro.— contó ella. Mauro se sentó en la cama de su hija y la miró esperando a que cuente.— Primero soñé que Samuel se iba de la Mano con Luli y un piojo gigante me perseguía.

Mauro rió.— No esta bueno que odies tanto a esa nena, déjala tranquila.

— .... Después soñé que viajaba al pasado.— evitó el tema también.

—¿al pasado?

— Pa... ¿vos conoces a alguien que se llama Mara?

Mauro abrió sus ojos sorprendido.

el timbre sonó, y fue la excusa perfecta de Lombardo para salir de ahi.

—Lola.— saludó Mauro.

— ¡mami!— dulce la abrazó.

— hola.— tocó la cabeza de su hija. — hoy tengo turno con el ecógrafo, quiero que Dulce conozca a su hermanito.

— Bueno.— asintió— espera a que se cambie, y se van.

—No.— detuvo.— el turno es a las seis, llévala vos.

— ya estás acá ¿que te cuesta?

— Vine a avisar, no me contestas el teléfono. a Parte ahora tengo que hacer unas compras, no puedo con ella.

— si no te contesto es por algo.— rodó los ojos.

— bueno ¿la vas a llevar o no?

— Si, ahí va a estar.— Dulce se separó de su mamá y ésta se fue.

— Yo sé que mi mamá no me quiere, pero cuando yo sea grande si lo va a hacer.

— Si que te quiere tu mamá.— la alzó.— solo que es media rara para demostrar cariño. De todos modos no importa, yo tengo suficiente amor por los dos.

[✵]

— necesito tu ayuda.— Samu se acercó a Ignacio.

— ¿en que?

—  Luli me pidió ser su novio pero a Dulce le cae mal Luli.

— no entiendo.

Samuel rodó los ojos.

— Que si me junto con Luli, Dulce me va a odiar también.— explicó.

—que difícil hijo.— suspiró su papá.— no me gustaría estar en tu lugar.

Samuel bufó.

— quédate con la que tengas más conexión.

—¿eh?

— quédate con la que más te diviertas, con la que más te guste estar.

su hijo asintió.

— tenes razón. Perdón por hacerte pensar.

Samuel pensó »ya sé a quien no pedirle ayuda para construir una máquina del tiempo.

❝señores papis❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora