mauro dejó a su hija en el jardín y comenzó a caminar hacia su casa.
su celular sonó y lo sacó del bolsillo, era Lola, la mamá de Dulce, le decía que este fin de semana no la podía ver, ya que se iba a Miami. Mauro le contestó, diciéndole que no pasa nada, aunque si pasa.
—¡concha!— exclamó una rubia, la cual había caído de culo al piso por culpa de mauro.
— uy, disculpa, soy un distraído.—habló mauro, le extendió su mano y ella aceptó.— te ayudo a levantar las... ¿facturas?
ella asintió.
— perdón que te lo diga pero, no creo que vos te vayas a comer todas esas facturas sola.— miró la bolsa, la cual estaba seguro que llevaba más de dos kilos.
—es que no son para mí, es un pedido.— respondió. — tenía que llevarlas acá a cinco cuadras, pero parece que voy a tener que volver a la panadería a cambiarlas, tienen un poco de polvo.
—¿acá a cinco cuadras?— preguntó Lombardo. — ¿la casa de Spallatti?
ella asintió.
él sonrió.
—lleváselas así, no pasa nada, no creo que se dé cuenta, cualquier cosa le pusiste un ingrediente secreto.— acotó, haciendo que la chica riera.— me llamo mauro ¿vos?
— Oriana, un gusto mauro.— le sonrió.
—¿querés que te acompañe?—preguntó, ori dudó un poco, pero terminó aceptando.
— te conozco de algún lado.— habló ella una vez que empezaron a caminar.
—seguro me habrás visto en los pósters que estaban pegados por acá. — apuntó un paredón. — me conocen más como duki.
— aahh, si, tenés razón. — respondió. — el que canta "she don't give a fo"
"la re putisima madre." pensó él.
—si, ese.—rodó los ojos. —¿vos en que panadería trabajas?
— en la que está a una cuadra del jardín ¿lo conoces?—el asintió.
—si, mi hija va a ahí.
—¿tenés una hija? me muero de amor.—lo miró con ternura.
— si, se llama dulce, tiene cinco y cuando sea grande va a ser cantante como yo.
— la mamá los debe querer mucho.— habló.
— a ella la quiere, creo.— mauro se encogió de hombros.
una vez en la casa de Spallatti, Oriana tocó el timbre. unos minutos después apareció ignacio.
— hola, buenas tardes, son doscientos pesos.— nacho asintió y le dió la plata.
—¿qué onda maurito?—preguntó.
— acá en la lucha. ¿y vos? ¿no tenés ganas de cocinar?
— que te importa. ¿querés una?—le ofreció una factura.
— no gracias. — rió.
— ya sé, estás a dieta.
— cerra el orto, y disfruta las facturas. — mauro le sonrió.
[✵]
— bueno, la pasé muy bien en la caminata.—acotó ori.
—yo también, espero que se vuelva a repetir. — la miró.
—si querés cuando dejes a tu nena en el jardín, pasa por la panadería y pasas el rato ahí.
— si las facturas son gratis.— ella rió.
—obvio.— respondió. — chau mauro, nos vemos.
oriana se alejó de él, rumbo hacia su local. Mauro se quedó con una sonrisa tonta en el rostro, pensando:
"mi sueño se hizo realidad."
"voy a tener facturas gratis."
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❝señores papis❞
Fanficcuatro papis, cuatro historias diferentes. [2019] [lenguaje argentino]