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Tercer mes...

La madre de MinHo los invitó a una cena familiar.

La mujer estaba encantada con JiSung. Aquella vez que MinHo lo presentó con su familia, el castaño, con su tímida y cálida sonrisa, sus buenos modales y su frágil anatomía logró crearse un espacio en el corazón de su suegra.

Lee SiYeon era tan comprensiva y atenta con la pequeña persona que era JiSung, siempre al pendiente de su delicado embarazo.

Sobre sus bajos tacones negros y vestido de flores, caminó hasta su querido yerno que se encontraba en la cocina. Se sonrieron con ese cariño de por medio. JiSung agradecía poder tener el cariño y apoyo de su suegra.

―¿Cómo has estado estos días, querido? ―lo abrazó con cuidado.

―Bastante... bien ― aunque no quiera, el tono de su voz suena poco seguro.

La mujer frunció el ceño al darse cuenta de esto, ya que normalmente el castaño le respondería con más entusiasmo y con una voz más segura y dulce. Parecía evidente que algo había sucedido. Entonces, su mente relacionó el estado decaído del menor con la expresión seria de su hijo, incluso más seria de lo habitual.

SiYeon suspiró. A pesar de que no compartían la misma sangre, el chico se parecía tanto a ella.

―Querido, algo ha pasado, ¿verdad? ― le acarició las manos con cariño.

JiSung pareció reflexionar. ¿Debería contarle que tal vez despidan a MinHo de su trabajo? ¿Que el mayor había roto más platos de los que debía debido a una distracción?

No, no podía hacerlo.

SiYeon había sido tan amable con él, incluso podría considerarla una amiga. ¿Pero debería preocuparla con sus miedos e inseguridades? Lo que había ocurrido era que había tenido una discusión con MinHo, su primera discusión.

Todo comenzó cuando JiSung quiso saber cuál era la razón por la que querían despedir a MinHo. No terminó bien. No hubo gritos, pero fue una discusión tranquila pero sumamente tensa. Lee parecía calmado cuando dijo que solo se distraía mucho, como si no fuera importante, pero él sabía que estaba mintiendo.

Recordó que él no comenzó a llorar hasta que se refugió tras las puertas del baño. Tenía miedo, mucho miedo e incertidumbre, sentimientos que lo han acompañado desde que vive bajo el mismo techo que MinHo.

JiSung miró a los ojos verdes de la mujer, los mismos que heredó su hijo.

―N-No es nada... Solo tuvimos una mala noche, no pudimos dormir bien, eso es todo ― sonrió como pudo.

La mujer acarició los cabellos ondulados del joven, que eran unos dos centímetros más cortos que los suyos. La diferencia de altura de solo un metro sesenta y nueve no le favorecía mucho. Después de darle un beso en la mejilla al joven, la señora asintió. Sabía que, obviamente, era una mentira bastante evidente. Pero hablaría con su hijo más tarde.

―Si prefieres, puedes ir a descansar en mi habitación ― le sonrió con los labios sellados―. Está en el segundo piso.

JiSung asintió con la mirada dirigida a sus pies, mientras SiYeon acariciaba sus mejillas sonrojadas antes de salir de la cocina. A paso lento, abandonó el lugar y se dirigió hacia las escaleras de la casa, saludando cortésmente a algunas personas en el camino. Llegó al segundo piso, acariciando su abultado vientre.

JiSung podía notar cómo su pequeño bebé crecía cada día más. Este pensamiento le hizo sonreír inconscientemente. El amor que sentía por su hijo no dejaba de crecer, a pesar de que aún no lo conocía, solo sabía que quería protegerlo. Cuando lo tuviera en sus brazos, juraba que lo protegería de todo y de todos, nadie le haría daño.

❝Desire Of Love❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora