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Frente a la tienda de confecciones y telas, JiSung y MinHo compartían un beso lento pero profundo. El mayor abrazaba al más bajo, mientras éste se aferraba a su chaqueta de cuero, con las mejillas sonrojadas.

Estaban en su propia burbuja de amor.

―Si siguen así, no terminaremos para el almuerzo ― bromeó en voz baja HaSeul, con una sonrisa brillante.

―Ni para la cena ― HeeJin bromeó junto a su esposa, mientras cosían entre risas.

―Por favor, señoras, más seriedad ― intervino MyungSook, la mayor de las tres amigas y socias, con una mirada amable mientras ordenaba algunas telas en los estantes―. Ah, es tan lindo verlos así de enamorados. MinHo siempre fue muy reservado, incluso cuando era niño.

―Oh, sí, era un niño difícil, nunca se separaba de SiYeon ― recordó HaSeul, su voz animada volviéndose más suave―. Sin duda, ahora es todo un hombre.

―Es tan hermoso que haya encontrado a JiSung, él es tan amable y encantador ― MyungSook asintió mientras colocaba una mano en el pecho, conmovida por sus propias palabras.

Las tres amigas observaban a los jóvenes sin que ellos se dieran cuenta. Estaban encantadas de ver a MinHo tan enamorado y feliz junto a JiSung. Era evidente que habían encontrado el amor verdadero el uno en el otro.

―JiSung es una gran ayuda aquí, y al parecer se ganó nuestros corazones más rápido de lo que esperábamos ― HaSeul rió un poco, echándole un vistazo a los amantes que estaban unos metros frente a la tienda.

El castañito había logrado ganarse el cariño de las tres mujeres con su belleza, amabilidad y dulzura en su forma de hablar y tratar a los demás. Además, aprendía muy rápido y tenía excelentes ideas de publicidad, lo que les estaba ayudando a conseguir más clientes. Ahora entendían por qué SiYeon siempre les hablaba de JiSung.

Las mujeres continuaron charlando entre ellas en voz baja, mientras la parejita se separaban un poco en busca de aire fresco, sonrojados y mirándose el uno al otro. Sin embargo, aún no se soltaban y no querían hacerlo.

Ahora los besos apasionados entre ellos se habían vuelto cada vez más comunes, tanto en la intimidad como fuera de casa, aunque sin excederse en público. De vez en cuando, se daban caricias más atrevidas, mordiscos en los labios del otro y algún que otro beso al estilo francés, como se dice.

―Te veré esta noche. Dile a mis tías que vendré a recogerte, ¿está bien? ―MinHo dejó un beso en los labios del menor―. Toda la semana te han estado llevando a casa en el carro de tía HaSeul, pero hoy quiero llevarte yo.

―Sí, no te preocupes ― sonrió tímidamente con las mejillas aún calientes―. Te veo luego ― sus dedos dejaron la chaqueta del pelinaranja en paz.

―Nos vemos ― afirmó MinHo, mirándole los labios a su novio.

Amaba sus labios, pero cuando miraba sus ojos color del sol, caía un poco más enamorado de él. Le sonrió mientras juntaba sus manos y lo miraba directamente a los ojos, sin titubear. Estaba completamente sumido en él.

JiSung notó que él no tenía ganas de irse. Cada vez que MinHo juntaba sus manos y lo miraba durante eternos segundos, era evidente que realmente no quería dejarlo.

Él amaba descubrir nuevas cosas en su novio, su MinHo.

―Adiós, MinMin.

MinHo soltó sus manos y metió las suyas en su chaqueta de cuero, agitando su mano hacia las mujeres que ahora los miraban desde la puerta de la tienda. Ellas respondieron agitando sus manos en señal de despedida.

❝Desire Of Love❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora