Te encontré

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No pudieron hacer nada, se quedaron petrificados en sus lugares, observando con fascinación y desconcierto como la fémina escapaba entre las sombras de la fría noche.

Sus movimientos fluídos y elegantes recordaban una pluma danzando en el aire, un fantasma desapareciendo entre la penumbra.

Sus mentes estaban centradas en una sola cosa:

Aquella mutante era Zareen.

¿Cómo era posible?

Donnie habría descubierto que lo es con las muestras que le hizo.

¿Por qué no dijo nada?

A menos que ni él estuviera enterado.

¿Eso si quiera era posible?

Los ojos azules de Leonardo se posaron sobre la mujer rubia con dureza, pudieron haber lastimado a Zareen o peor.

En parte se sentía como un idiota.

Una integrante de su equipo estaba corriendo peligro y él sólo se quedó petrificado, dejando que la trataran como algo que no era.

Algunos oficiales ya habían corrido detrás de la joven, arma en mano y el pavor como impulso para atraparla.

Perfectamente sabían que un humano asustado es peligroso.

Se acercó a la agente con una presencia intimidante, quería mantenerse tranquilo pero el enojo se hacía presente en sus músculos contraídos, la mandíbula tensa y su imponente caminar.

-¿Por qué dispararon?- señaló a los oficiales sin apartar su mirada severa de ella.

Creyó que con el tiempo que habían pasado apoyando a la policía, comenzarían a acostumbrarse a su presencia, incluso pensó que podrían ser tratados con normalidad pero esto... vaya que había dejado caer sus creencias con fuerza hacia el suelo.

-Di la orden para que dejaran de disparar- respondió sin perder la calma, como si se estuviera enfrentando a un hombre cualquiera y no a un mutante de más de dos metros de puro músculo y habilidades en artes marciales.

Esa respuesta no hizo más que enfurecer a Leonardo.

-¡¿Qué hubiera pasado si una de esas balas...?!- levantó la voz.

-No sucedió- replicó plantándole cara al mutante con aquellos ojos fríos.

Leonardo apretó los labios en una fina línea, era el líder, debía conservar la calma y pensar con la cabeza fría.

-Si algo le pasa a Zareen, usted será la responsable- amenazó dando unos pasos hacia sus hermanos, no perdería tiempo valioso para buscarla, discutiendo por estupideces.

-Esa chica está bajo mi mando- Leo se dio media vuelta, clavando sus zafiros en ella -Si interfieren en esto...

-Es una mutante, eso cambia las cosas- extendió los brazos a los lados mientras avanzaba de espaldas -Y si está dispuesta a encerrarla, tendremos un problema- dejó a la mujer con la palabra en la boca, dirigiéndose a sus hermanos.

-Leo, Donnie está débil- le avisó Mikey mientras alcanzaba a su hermano mayor.

-¡No!- exclamó en un tono nervioso -Yo puedo...- se levantó con algo de esfuerzo pero, su hermano de bandana azul lo detuvo, posando su mano sobre su hombro.

-Sé que quieres ayudar pero estás herido, vayan a la alcantatilla, Mikey y yo llevaremos a Zareen a casa.

Donatello no quería obedecer pero estaba en lo cierto, no se podía mover muy bien y aún se encontraba algo mareado por tanto golpe y la mala visión de la que gozaba gracias a sus gafas rotas.

Slave of Freedom [TMNT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora