Capítulo 16☕

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🥮16 diamantina y tarta de zarzamora🥮

Las lágrimas de sus ojos están a punto de desbordarse, acumulándose sobre sus lagrimales en abundancia. Cristalizando su mirar, barrio de ellas, dejándolas secar contra su suéter de lana rojo.

Una estruendosa risa salió desde el fondo de su garganta, haciendo todo su cuerpo vibrar con las ondas de ese maravilloso sonido. Colocó las manos sobre su pancita, dolía tanto de la risa que sentía que oprimía.

-No es divertido -sorbió JiMin. El omega contuvo la risa unos miserables segundos, sus mejillas temblaban y sus labios en una línea torcida.

Lo había intentado, pero JungKook estalló en carcajadas, JiMin rodó los ojos, cruzando los brazos frente a su pecho, hundiéndose sobre el sofá del salón con un puchero berrinchudo y dolido en su rostro.

-L-lo siento, lo si-iento -balbuceo JungKook, con una boba sonrisa en sus labios y el rostro rojo de las burlas que parecían eternas.

JiMin bufó, exagerado, girando su rostro al lado contrario con indignación. Él en verdad amaba la risa de JungKook, era encantadora, cantarina y tan real. Cuando JungKook reía se sentía embalsamado con el sonido tan puro y deseaba tener ese mismo sonido todo los días al despertar. Pero eso no le quitaba que se estaba burlando del él y bien, era de esperarse.

JiMin cometió el tonto error de creer que sería divertido jugar con Fluffy, aquel gatito blanco de nariz de botón rosada o como él le llamaba bola de algodón con patas. JungKook había encontrado gran cariño con aquel minino, pues parecía que el animal también lo tenía con él. Ronroneaba de felicidad apenas veía a JungKook entrar después de clases y amaba beber un poco de leche si el omega estaba cerca de él.

El único problema era JiMin. Apenas Fluffy veía al alfa, alzaba sus orejas y exponía sus colmillos con cierto disgusto, todo siendo mutuo pues apenas el pelaje del gatito se sentía cerca, JiMin era una bomba de tiempo para iniciar una ráfaga de estornudos.

Tenían encuentros buenos y otros malos. Aquel día había sido uno bueno, pues Louis acariciaba la pequeña JiMin del minino que estaba sobre el regazo de JungKook, que leía uno de sus libros favoritos para JiMin. Pero todo lo bueno llega a su fin, cuando la nariz de alfa comenzó a picar demasiado y los estornudos aparecieron uno tras otro. JungKook tuvo que tomar a su mascota y llevarla hasta su habitación y así tomara una siesta mientas él continuaba pasando la tarde con JiMin.

La nariz del alfa era un botón rojizo y lo ojos cristalinos, ligeramente teñidos. JungKook sintió tanta ternura a verlo, pero todo le parecía tan divertido, aún después cuando le advirtió a JiMin que no debería estar tocando a Fluffy y el alfa creyera que era una exageración.

-Te lo dije -dijo jocoso, retenía las risas y aún sus ojos brillaban de las lágrimas de la risa.

JiMin asintió, serio, llevando sus manos a la cintura de JungKook. Tentativo y con demasiado cautela. Aún con el pasar de los días, JungKook aún no dejaba de sentir las mariposita en su pancita cuando el alfa acariciaba su cuerpo o dejaba besos en su rostro, cuando le decía algún cumplido o simplemente lo encontraba observándolo mientras leía para él.

Sus ojos se abrieron, cuando encontró la travesura encenderse en los ojos azules del alfa, su labios formaban una línea recta y comenzó a retorcerse entre las manos de Louis, pero era demasiado tarde. Las manos del alfa recorrieron las costillas de JungKook, picoteando y haciendo caminos sobre ellas. Cosquillas, JiMin estaba haciéndole cosquillas al omega que se retorcía entre risas escandalosas y jadeos mudos por buscar un poco de paz.

La risa de JungKook envolvía toda la habitación, era una melodía aguda y melodiosa que llenaba el corazón de JiMin poco a poco. Su sonrisa en sus delgados labios, observando como JungKook parecía deshacerse entre sus dedos, con las lágrimas de la risa acumularse en sus lagrimales.

Coffe Cream and Sugar彡 Jikook AdapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora