Y SI LOS HUMANOS ANTIGUOS TERMINABAN EN WARHAMMER 40K

El principio del Fin.

En el mundo de Cerillo Prime, las cosas no han marchado bien, recapitulando un poco, la humanidad esta tratando de cerrar parte de la cicatrix maledictum, pero la resistencia por parte del caos es grande, ellos sabían que algo así sucedería, pero esto era mas de lo imaginado, la cantidad de muerte y destrucción en este planeta se podría poner en una sola palabra, masacre.

 Y aunque habían llegado 20.000 naves para ayudar en la batalla, no sabían si seria posible contra el gran numero de enemigos que no dejaban de llegar por parte del caos, lo peor es que una de las figuras que mas debería dar su apoyo era el primarca, el cual habia caído en un estado catatónico en medio de la batalla,  producto del enfrentamiento con su hermano traidor Fulgrim, el responsable, de que el primarca estuviera muerto en un principio.

En el domo en el área medica, los médicos del lugar revisaban que el primarca estuviera bien, los médicos dieron su diagnostico el cual era que el primarca estaba en un estado durmiente debido al sobre esfuerzo por la batalla que tuvo, su cuerpo habia sido golpeado mucho, pero no era nada que no pudiera curarse, solo necesitaba tiempo para recuperar sus energías y despertar.

Esta noticia alegro a su amante Yvraine, la cual estaba muy preocupada por su amado, el cual yacía inmóvil sobre la cama, ella no se separo para nada del primarca, mientras sostenía su mano, la armadura del primarca la cual estaba desgarrada habia cumplido su función y esta ya no servía, por eso el primarca estaba sin su armadura, la cual fue guardada en un lugar seguro para evitar su hurto.

Debido a su importancia, al primarca se le habia dado una habitación para el solo, mientras los demás heridos eran atendidos en masa en donde sea, por lo que afuera de la habitación era un mar de heridos y muertos producto de las propias heridas, estos no secaban de llegar lo que ponía en jaque a los médicos, pues no se daban abasto para tanto herido, por lo que solo podían marcar con un tinte verde a quien se podría salvar, mientras con un rojo al que no tenia oportunidad, esto para poder dar su completa atención a quienes tienen la oportunidad de salvarse.

En la habitación Yvraine no puede dejar de llorar, mientras tiene su cabeza en el pecho del primarca, la Eldar, no podía no quería ni imaginar si algo le pasaba, los sentimientos de ella eran muy fuertes, la mujer se levanto de su silla rodio la cama del primarca y se acostó junto a el mientras lo abrazaba con fuerza rogando por que despierte.

En cambio el primarca se encontraba en un extraño lugar era como si fuera un momentun, y sentía que alguien lo llamaba, este lugar era una oscuridad completa, mientras caminaba buscando a alguien o algo que lo guie, mientras caminaba a ciegas noto que en cierta dirección podía sentir un calor muy familiar, por lo que camino hacia el y mientras lo hacia pudo notar una pequeña llama, como un cerillo en medio de la oscuridad.

El primarca siguió aquella tenue luz la cual se volvía mas grande conforme se adentraba mas, despues de caminar un poco, sintió como la llama iba creciendo en una luz dorada.

Desconocido: Acércate Guilliman.

Se escuchó una voz que venia desde el centro, una voz que retumbaba en todo el lugar, el primarca siguió caminado hasta estar cerca de quien le habia hablado, la luz que emanaba esta presencia era absoluta tan fuerte como un sol.

Primarca: Padre, eres tu.

El primarca sabia muy bien que se trataba del emperador, pues conocía muy bien este calor.

Emperador: Si hijo mío.

Primarca: Acaso estoy muerto.

El primarca tapaba su rostro pues no podía ver bien por la intensa luz, hasta que esta desapareció mostrando a una persona frente a el, la cual era el emperador en persona. El primarca saco sus manos mientras observaba a su padre, el cual lo miraba con tranquilidad.