Possessive

Roto

Este capítulo está dedicado a una persona especial /LaBalanzaDeLaVida/

(Escuchen la canción de multimedia)

No, no, no... ¡No! Maldición. Dios ¿No te basto solo con mandarme al mundo con problemas psicológicos severos, un padre maltratador, un novio celopata, una cuñada histérica a la que le pone su hermano, y me das esto también?

Ryan... –mi corazón esta tan acelerado que creo que puede correr una maratón.

Sam –me regala una mirada burlona –ha pasado mucho tiempo, no creo que recuerdes... -y ahí todo se vuelve negro para mí. Y no, no es como lo describe rayita de ''Y mi cuerpo se desvaneció lentamente en el aire, acariciando el piso y blah blah blah''. No, antes de dormirme completamente sentí mi cuerpo impactar contra la cerámica y mi cabeza resonar hueco en un gemido sordo. El puto rayito no me sujeto.

(****)

Mierda, mierda, mierda. Mi cabeza duele como la mierda.

Lo siento, no alcance a tomarte en brazos. Al parecer sigues siendo una dramática. –siento escalofríos subir por mi columna y muevo mi cabeza lentamente hasta la silla que reposa junto a la cama.

¿Por qué estoy aquí? –valla, y pensar que cada vez que la protagonista de la película de acción pregunta eso ruedo los ojos y apago la tele.

Bueno, Sammy, también eh echado de menos tu rubio trasero –trato de levantarme pero descubro algo; estoy malditamente inmovilizada – ¿Estás incomoda? Lo siento, no puedo arreglar eso. Tendrás que quedarte ahí hasta que terminemos.

Dios, va a violarme. Luego va a descuartizar mi cuerpo y lo votara en un basurero para que los perros se coman los restos y no exista evidencia ¡Estoy perdida!

Aun tienes la costumbre de decir cosas inconscientemente, joder, te he extrañado como la mierda. Lamento que sea en estas circunstancias –muevo mis muñecas dramáticamente, y, en vano. Están rodeadas de... ¿Nada? ¿Por qué no puedo mover los brazos si no están atados a nada? –magia, trucos, encantamiento. Como quieras decirle. –Responde a mis pensamientos como si los hubiera leído –no, no puedo leer la mente, Sam. Sigues siendo demasiado crédula.

¡Ya cállate! –Mi grito nos sorprende a ambos – ¡Estoy jodidamente tratando de pensar porque estoy atada a una cama por mi ex- mejor amigo! ¡Así que CIERRA LA BOCA! –Creo que me bajo la regla.

No te ha bajado, es el aura del fuerte. –le miro asesina.

Vas a decirme en este mismo instante que está pasando –ordeno.

Bien, eso es nuevo. Tal vez ese neurótico te traspaso la histeria –suspira.

¿De que estas hablando? –Frunzo el ceño y forcejeo un poco más, hasta que lo comprendo –Dylan no es neurótico. –Claro, Sam. Repítete eso hasta que te lo creas tú. Conciencia traidora.

Tu novio. Esa es la respuesta. –su rostro se vuelve intimidantemente serio. Ha madurado. Su cuerpo está desarrollado. Sus ojos verdes ahora son más intensos y su cabello negro esta pulcramente peinado hacia un lado, tapando uno de sus ojos. Le miro confundida –te diré solo una palabra, eso refrescara tu memoria; Edmund. –y los recuerdos se agolpan en mi pequeño cerebro.

Pero ¿Qué tiene que ver el con unos chupasangres despiadados?

Hijo. Edmund tiene un hijo que lo sucedería y buscaría venganza.

No, no, no. Recopilemos: padre. Cazador. Hijo perdido. Venganza.

Tú no eres su hijo... -susurro –tu padre se llama Theodoro –hago una pausa al ver nuevamente sus ojos fríos – ¿Verdad?