Possessive

Nos Vamos

Capítulo dedicado a Una Persona Bastante Insistente ¿A que sí, Guadalupe? ¿No te suena? Tengo que aceptar que puedes resultar un tanto persuasiva.

Lectoras en tres, dos, uno... ¡Ya!

Respira, cuenta hasta diez e imagina que jamás paso 'eso' entre ellos. Además, Dylan dijo que la hecho de su casa inmediatamente luego de separarla de él.

Me enderezo unos centímetros para parecer más alta que mi metro cincuenta y siete, y espero a que se detenga a mi lado.

–Buenas tardes.

¿Buenas tardes, en serio?

–Hola. –valla, silencio incómodo.

Según un youtuber llamado German, existe un repelente contra perras y me pregunto ¿¡Donde está el RepeleePerrasPRO cuando se le necesita!?

–Bueno... ¿Y tú eres? –no sabe quién soy... Interesante.

Hora de la revelación, bitch.

–Mi nombre es Samanta... Samanta Williams.

Y su rostro se deformo completamente, mostrando una expresión de desagrado.

–Yo no sabía que nuestros visitantes llegarían hoy. –primera mentira del día, perra.

Otro silencio.

–Sí, yo... Tampoco sabía que llegaríamos hoy.

Claro que no lo sabía, ya que alguien me empujo dentro de un mini avión y me puso un cinturón de seguridad sin dirigirme una palabra.

–De todas formas... –una de sus perfiladas cejas se levanta con suspicacia – ¿Buscabas a alguien por los pasillos del castillo?

Me sonrojo levemente. Esto me gano por ser una curiosa.

–No, solo... Me perdí... –me interrumpe.

–Tal vez buscabas a tu novio. –su rostro se ilumina y balbucea –Tal vez él este por estos pasillos ahora...

–No. –Gruño –Él está llevando el equipaje a nuestra habitación.

–Oh... –suspira desilusionada, y mis ganas de estampar mi mano contra su rostro crecen –No importa, creo que puedo esperar un poco, de todas formas, luego tenemos algo pendiente... –apretó con fuerza mis puños cuando esta comienza a voltearse para irse ¿Acaso cree que no sé lo que insinúa? –A solas. –y su murmullo colma mi paciencia, aunque sé que no lo dijo con la intención de que yo la escuchara.

–Acabemos con esto de una vez, Rebeca. –al parecer, mi voz la sobre salta, ya que da un saltito y se vuelve hacia mí con un gesto de sorpresa. –No me agradas, y yo tampoco a ti. Es más, creo que tienes tantas ganas como yo, de dar el primer golpe.

– ¿Qué...?

–Mira... –doy pasos vacilantes hasta estar nuevamente cara a cara –Sera mejor que hablemos en privado.

–Bien.

(***)

–Vale... Ahora que estamos aquí, ya podemos hablar con más soltura. –me cruzo de brazos y la evaluó con mirada crítica, quizás me lo imagino, pero creo ver que se encoje unos centímetros ante mi voz dura –La cosa es esta; No quiero que te pongas en medio de mi relación con Dylan. –Su boca se abre repetidas veces, y antes de que pueda decir algo, sigo –No se te ocurra negarlo, porque has sido bastante descarada hace unos momentos.

–Yo...

–No, espera un segundo, desde hace semanas eh querido tener esta conversación contigo. Lo sé todo. Sé que fuiste a su casa y que intentaste jugar sucio. Y le besaste. No sé con qué derecho lo hiciste, pero me molesto muchísimo como su novia...