¿Qué fue eso?

130 9 18
                                    




Narra Ana-

Apenas abría los ojos y ya escuchaba a Alberto gritar por toda la casa...

-NO VAYAN A DEJAR CAER ESAS SILLAS- gritaba un poco alterado, solo un poco

Al señorito se le había ocurrido hacer una fiesta esa noche, iba a ser algo en grande, con muchas personas. Las fiestas del señor ''Juan Gabriel'' siempre habían sido las fiestas con más renombre, no por elegantes, si no por alocadas. En sus fiestas la pasabas increíble, pero era casi imposible salir sobrio de ahí, cosa que siempre le molestaba a Jhon.

Alberto había dicho que esta iba a ser la primer noche de fiesta en la que estaría soltera después de mucho tiempo, entonces que fijo iba a terminar borracha. La idea no me disgustaba, siempre me ha gustado tomarme mis copas, pero algo me decía que hoy no iba a ser buena idea.

Después de unas horas ya estaba probándome vestidos, de repente...

*Ingreso a la cuenta bancaria de .....*

Otro ingreso, al parecer esto iba a seguir. No me disgustaba la idea, pero pensaba que ella ya no quería saber nada de mí. Preferí terminar de arreglarme y bajar a recibir invitados.

Con el pasar el tiempo, yo ya estaba cansada de sonreír y esperar a que ella llegara, tal vez había decidido no venir para no tener que verme. Seguramente su marido no había querido venir a las fiestas locas de Alberto y prefirió quedarse con él haciendo el am-...

-''ES ELLA''- pensé mentalmente interrumpiendo aquel pensamiento nocivo

Gracias a dios vino sola, así podría admirar sus curvas sin tener que disimular tanto. No voy a negar que el sentimiento de tenerla aferrada a  mí me había fascinado, tenía que repetirlo y esta noche iba ser la indicada.

Narra Verónica-

Iba saludando gente conforme caminaba, al fondo del lugar estaba Ana mirandome de arriba abajo. Saludé a Alberto y más invitados antes de dirigirme lentamente hasta donde estaba sentada aquella señora.

-Le queda muy bien el color amarillo, ese vestido en sí le queda bien- dije con calma para después darle un sorbo a la copa de vino en mi mano

-A usted todo le queda bien, pero hoy en especial está deslumbrante- respondió sin quitarme los ojos de encima

La conversación se estaba tornando algo extraña, había subido la temperatura drásticamente. La música era alta y las luces distorsionaban un poco todo, decidimos ir al jardín para poder hablar tranquilamente. Al parecer ninguna de las dos quería fiesta, es decir, veníamos en ese plan pero al estar las dos hablando nos dimos cuenta que era más cómodo eso.

Mágicamente, desapareció mi expresión seria y salían sonrisas sin forzar, me sentía cómoda hablando con ella. No pensé que Ana fuese a ser tan agradable, pero era muy ameno compartir un tema de conversación con ella más allá de solo trabajo.

Ella tenía una forma de pensar muy interesante y parecida a la mía, realmente sentía que cualquier tema de conversación podría ser interesante si lo hablaba con ella.

-Toma, te regalo una rosa de un rosal que no es mío, pero seguro Alberto no se enoja- me dijo riendo

En ese momento me brillaron los ojos, ¿cómo es que era tan tierna?

Hace mucho no me regalaban rosas, bueno, David lo hacía cuando recién estábamos casados y solo cuando quería tener una noche ''de pasión'', por eso mi sorpresa cuando él me hizo el camino de pétalos, habían pasado años desde la última vez que lo hizo. Aunque pensándolo bien, realmente era porque sólo quería ''eso'' y ya.

¿Quién es?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora