¿Quién?

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Conversación anónima:

-Mjm, les tomé esa foto porque no me parece justo que hagan eso y menos ahí, ¿Sabes?-

-Muchas gracias por hacer esto, te agradecería si me mantienes informando de todo lo que pase-


Narra Verónica:

Desperté y ahí estaba ella, en ese momento me había dejado de importar el no haber llegado a dormir a mi casa y que me esperaba un gran regaño por parte de David. La había pasado tan bien con ella, era una comodidad que no sentía hacía mucho, no quería soltarme de sus brazos, ahí quería seguir todo el día.

Voy a reconocer que desde la primera vez que la vi sentí un montón de cosas por ella, mis sentimientos se habían puesto en espera por mi mudanza y todo eso, pero el simple hecho de ver su pelo negro mojado del sudor y su sonrisa picara provocada por mí, era una especie de complicidad perfecta.

Y bueno, Ana tenía cierta picardía y coqueteo que atrae a cualquiera sin tan siquiera proponérselo, ella era ese tipo de mujer que era increíblemente atractiva. El simple roce con ella me hace estremecer, es como un deseo desde lo más profundo de mi ser, algo que me lleva a querer agarrarla de la cintura y hacerla mía ahí mismo.

Yo seguía profunda en mis pensamientos, cuando sentí como se empezaba a despertar poco a poco; parecía como cuando un bebé se despierta, tenía cierta delicadeza y ternura. Cuando me vio despierta, hizo un puchero y se acomodó en mi pecho abrazando mi cintura, era simplemente hermoso.

Con el pasar del tiempo, se nos hacía más tarde cada vez, dieron las 12 del medio día y aún seguíamos dormidas. De repente, me llegó una llamada al teléfono y me fui al baño a responderla...

-Hola Vero, ¿cómo estás?, creo que estás excesivamente bien-  dijo con una risa

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-Hola Vero, ¿cómo estás?, creo que estás excesivamente bien- dijo con una risa

-¿'Excesivamente bien'?- pensé para mis adentros, ¿A qué se refería?

-Sí Vero, todos ayer nos dimos cuenta de lo que pasó entre tú y Ana, qué bien guardado se lo tenían eh- reprochó

-Ah, eso, realmente puedo explicarlo Dani, eres mi mejor amiga y claramente te hubiese contado. Solamente fue un desliz y algo de una noche, no te preocupes.- dije nerviosa

-Ah bueno, pues para la próxima me cuentas eh, y tenemos que vernos para que me cuentes todo- rió

-Claro que sí Dani, luego te llamo y arreglamos eso, bye.- Colgué la llamada.

Al cortar la llamada sentí una mirada potente en mi cuello, cuando volteé a ver, vi como Ana tenía los ojos fijos en mí, había escuchado todo. Traté de ir donde ella pero rápidamente se quitó de donde estaba y me cerró la puerta en la cara, no quería hablar conmigo. Se me hizo un poco injusto porque realmente no teníamos nada y también debería entender que estaba disimulando, pero también sé que sonó como si ella fuese una cualquiera. Tendríamos que hablar del tema.


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