¿Quién es?

Una y mil veces

-Narra persona anonima-

-Así es, esa p3rr@ me cambió-

-Jaja, era de esperarse, pero no te preocupes, me encargaré de acabar con todo lo que las rodea, incluyendo su carrera, su vida personal y su reputación.-

Narra Verónica-

Su concierto fue un éxito, creo que ella no alcanza a comprender lo mucho que el público la quiere y admira. ¿Cómo no hacerlo? Si es una chiquita demasiado tierna

Ahí estaba ella, acostada en mi pecho, con sus piernas sobre las mías, dormida en los brazos de Morfeo. Se veía tan hermosa, irradiaba tranquilidad e inocencia; su pelo negro cubriendo su cara de agotamiento, su piel tersa y suave como la de un bebé y su respiración lenta y pausada. Todo eso combinado era una bomba de amor

Esa noche la había esperado en la cama con casi nada de ropa, pero la pobre llegó tan cansada que solo se duchó y se durmió en mi pecho, no se dio cuenta que la estaba esperando. Pero eso no me preocupa, es la mujer de mis sueños y la tenía allí conmigo

-Amor, ¿qué haces despierta?- dijo entre adormilada

-Pensando nena, no es más- le acaricié el cabello

-¿En qué piensas cielo?- me miró curiosa

La miré por unos segundos, sonreí y dije

-En lo hermosa que eres-

Después de eso los besos no faltaron, las caricias tampoco y la temperatura menos. Cada vez hacía más calor en el cuarto y no estaban subiendo la calefacción precisamente

-Quítate esto, me molesta- me dijo refiriéndose a mi brazier

-Quítamelo tú- me reí

Y procedió a levantarme y quitármelo en un segundo, al parecer tenía práctica en eso

Ella no quería que hiciera demasiado ruido, por lo que fue suave conmigo. Me susurraba al oído y me hacía estremecer, ella sabía que decirme o qué hacerme para que no soportara ni cinco minutos sin besarla

-No puedo vivir sin tus besos- dijo bañada en sudor

-Yo no puedo vivir sin ti- dije, pero al parecer ella entendió "bésame más" porque procedió a hacerlo

A ella le entregaría mi cuerpo una y mil veces, mi corazón ya lo tiene, pero disfruto tanto estando entre sus brazos, respirando su aire y escuchando como me dice que me ama al oído que no soy capaz de negarme

Pensamos que podíamos vivir sin la otra, pero la vida nos enseñó que así ella se vaya a un continente al otro lado del mundo, iré a buscar sus besos, los cuales son solo míos

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Ana entró a la ducha después de dejarme exhausta, escuchaba como cantaba y salía el humo del agua caliente de la llave, cuando de repente me entró una llamada..

-¿Qué haces con ella?, Verónica- dijo con voz molesta

-Shhh, estoy siendo feliz, ¿algún problema?- traté de bajar la voz

-Mucho, ¿qué haces buscando a esa mujer si no te quiere?- cada vez subía más la voz

-¿Qué vas a saber tú?, Daniela- me levanté y fui al pasillo de la habitación

-Verónica, es mujer no te conviene, no te merece- se escuchó un sollozo

-¿Ah sí?, ¿cómo por qué?-