01. Recuerdo.

504 27 3
                                    


Segunda Temporada.

Continuación de Hasta Tu Último Aliento.

Bienvenidos una vez más al dolor, traición y una éxtasis qué los consumirá por completo, que disfruten la lectura.

Bienvenidos una vez más al dolor, traición y una éxtasis qué los consumirá por completo, que disfruten la lectura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tu capacidad de conocer la felicidad, depende de tu capacidad de conocer el dolor.

Montparnasse, París.

3 años después

Adelaida


Mis piernas se movían en dirección a su auto con un magnetismo inusual que llegaba a preocuparme. No quería irme con él, no quería estar a solas con él, pero no podía tomar otras opciones.

—Mañana pasaré por ti, ¿de acuerdo? Vamos a desayunar juntas —alcanza a decir a Helena mientras yo abría la puerta del Bugatti para entra; Jimin se hallaba dentro, con la mirada al frente.

—Te estaré esperando... —acepté a regañadientes, no estoy muy acostumbrada a convivir con hijos e hijas de los socios de mis padres.

La mirada de Jimin se cruza casi al instante con la mía tan pronto estoy dentro, inspiro rápido soltando una falsa sonrisa y él deposita un beso en mis labios que no puedo negarle, con dificultad tuve que responder. Quizás así le quedaba claro a mis padres que el compromiso de Jimin y mío iba del todo bien y seguía en pie.

Mi consciencia podría llamarme, zorra, mentirosa, pero lograba lidiar con ello, no con una multitud repitiéndolo al unísono. El poder de la familia  Park me haría añicos, no solo a mí, también a mi familia, sería la vergüenza, la burla; afortunadamente lograremos unificar nuestras empresas después de casarnos.

—Te amo, cariño. —susurra sobre mis labios para después alejarse, la culpa me carcomía hasta los huesos con una furia devastadora, dolía.

Por que yo a él no lo amo...

—También yo.

—Tardaste hoy, ma reine. — dice tan pronto pone el auto en marcha, solo me limito a mirar las calles alumbradas sin mirarle.

—Tuve que arreglar cosas extra en la empresa. —conteste sin ganas.

—Deberías descansar un rato, mañana tenemos asuntos pendientes —me mira de reojo unos instantes — Nuestro compromiso se acerca, Adelaida.

Nuestro compromiso...

Reí amargamente.

—Sí, Jimin. Lo sé.

Ruedo los ojos cansada de todo esto, hasta he llegado a pensar que debería decirle lo que siento en realidad. Jimin me recuerda todos los días de alguna forma a mi pasado. Con sus ojos mieles deambula por mi consciencia apartando todo pensamiento duro de mi cabeza. Pone un tulipán rosa en mi recámara sin que se lo pida, sabiendo que es exactamente lo que he tratado de olvidar en todo este tiempo.

© Maldito Infierno [JJK] (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora