Naciste en 2019, ya habían pasado 6 años desde que los infectados arrasaron el mundo. Ahora, te llevan a Boston a una escuela militar, tu acompañante de asiento que en un principio pensaste que solo la verías una vez en la vida, en realidad seria la...
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—¿Qué hacemos aquí?—Le pregunté a Riley al ver la carpa y al hombre que se acercaba lentamente—Iba a preguntar lo mismo—Añade Ellie.
—Ahora verán—Responde Riley y se acerca al hombre—¡¿Qué haces viejo?!.
—No grites, no soy sordo—Responde el hombre con una voz áspera—¿Y estos dos críos? Maldición, Riley. Cada vez que traes a un crío aquí, corro riesgo de meterme en problemas serios.
—Na... ellos dos son guay. Ellie, T/N, este simpático individuo es Tom. Tom, él es T/N y ella Ellie.
—Bueno... qué más da. Al menos me traes algo, ¿no?—A Tom no le importaba mucho nuestra presencia, dejando ver que lo que dijo recién no tenía importancia alguna.
Riley puso su mano en su chaqueta y como por arte de magia, sacó un botella de whisky, algo que me sorprendió ya que no sabía que traía una y sobre todo, porque no se veía.
—¡Cortesía del gran capullo de la escuela!—Exclamó Riley—Estoy segura de que era su intención dársela a usted por el trabajo duro de proteger este sitio de mierda.
—Jodere a los infectados encantado si me consigues estas cosas maravillosas—Comentó Tom mientras abría la botella y después de un largo sorbo, tomó aire—Muy bien, Riley. ¿Cuánto me va a costar esto?.
—Me insultas. ¿No puedo traer a un viejo amigo un regalo por la bondad de mi corazón?.
—No des rodeos.
—Bueno, quiero enseñar a estos dos a montar a caballo—Respondió Riley, algo que me extrañaba aunque no lo demostré, ella sabía muy bien que yo ya había montado un caballo antes, además, aprendí junto a ella en la anterior escuela, era obvio que había una doble intención.
—¿Es todo? Ya sabes donde encontrar a la vieja nena.
Con la aprobación de Tom, Ellie y yo seguimos a Riley en dirección a donde estaba Nena, en el camino sentía que Ellie me tocaba el hombro.
—¿Has montado un caballo antes?—Me pregunto.
—Si, aunque solo unas pocas veces.
—¿Es complicado?.
—Depende del caballo, hay algunos mansos y otros que son más salvajes por así decirlo—Le explique a Ellie y esta entendió de inmediato, parecía emocionada.
—Aquí esta. Enséñale como acercarse a Nena, T/N. Mientras voy a buscar su silla. ¿Te acuerdas, no?—Me preguntó Riley y yo solo asentí. Nena estaba descuidada, aunque bien alimentada, con solo acercarme un poco supe que era mansa ya que estaba sumamente tranquila.
Comencé a acariciarle la cabeza y note como Ellie miraba fijamente.
—Acércate, no muerde—Justo como dije, Ellie se acercó y con algo de miedo, acercó su mano a la cabeza de Nena—Bien, por si no lo sabes, si te pones nerviosa, ella lo notara y también se tensara.
