Naciste en 2019, ya habían pasado 6 años desde que los infectados arrasaron el mundo. Ahora, te llevan a Boston a una escuela militar, tu acompañante de asiento que en un principio pensaste que solo la verías una vez en la vida, en realidad seria la...
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El lugar era polvoriento, aunque no abandonado. Ellie miraba y no sabia que hacer, algo que me pasaba por igual y vi como Joel, sin decir nada, se acostaba en el sofá.
—¿Qué haces?—Preguntó Ellie, cuestionando el actuar de Joel.
—Mató el tiempo.
—¿Vamos a tener que esperar a esa tipa? ¿Tess era?—Pregunté, mientras junto a Ellie, mirábamos a Joel cerrando los ojos.
—Si.
—Entonces... ¿Qué hacemos por mientras?—Indago Ellie.
—Algo se te ocurrirá.
Sin decir nada más, Ellie se sentó en un sillón y yo, me apoyé en la pared, viendo la única ventana que había en este lugar...
—¿Ya se durmió?—Escuché a Ellie preguntar, notando como me había quedado pegado viendo Boston por la ventana. Di media vuelta y vi a Joel, que mantenía una respiración agitada y balbuceaba a ratos.
—Parece... aunque...
—Si, creo que tiene pesadillas—Robo mis palabras Ellie—Se lo merece...
—Todavía me cuesta creer que saldremos esta noche—Dije, cambiando de tema.
—Tanto tiempo encerrados y ahora... iremos al exterior. ¿Será igual que aquí?.
—No lo sé... aunque por todo lo que dicen, no creo que sea seguro.
Cansado de estar parado, me agache y me senté en el suelo, teniendo en frente a Ellie sentada en un sillón mirando por la ventana.
—¿Cambiamos de sitio?—Pregunté, queriendo sentarme en lo que parece, un cómodo sillón.
—Emm...No.
—Maldita.
Estaba aburrido, no sabia que hacer, ni tampoco quería curiosear por aquí. Ya que no conocía ni un poco del lugar... así que solo me quedé quieto, mirando a Ellie de repente, quien no paraba de asombrarse de que estuviera tan cerca del exterior y narrarme todo lo que veía.
En un momento, cuando Ellie se cansó de hablar y solo escuchaba la lluvia chocar contra el techo, vi como Joel se levantaba...
—Balbuceas cuando duermes—Y Ellie, fue la primera en hablarle—Odio las pesadillas.
—Si, yo también—Comentó Joel mientras se frotaba los ojos.
—¿Y ahora qué haremos? Hemos esperado casi todo el día—Pregunte, pero Joel no respondió.
—¿Iremos al exterior ahora? ¿Es igual que aquí? ¿No?—Bombardeó Ellie con preguntas, pero no parecían de curiosidad, más bien... de angustia.
