- UN DÍA CASI PERFECTO -

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Aquella tarde era refrescante y las nubes indicaban que muy posiblemente caería lluvia y al mismo tiempo los pasos de ambos chicos eran algo lentos, Yujin miraba por todos lados reconociendo donde estaban, Gyuvin por otro lado se veia perplejo por ese lugar, no tenia prejuicios de las diferentes condiciones sociales, pero esas calles carecían de seguridad y todo tipo de mantenimiento, también se dio cuenta que estaba algo lejos del colegio.

- Estamos cerca - indica Yujin

Su cara estaba en blanco, no se reflejaba ninguna emoción, pero Gyuvin sabia que se encontraba inseguro y temeroso

"lo que vienes a buscar debe ser demasiado importante para ti"

- ¿Estas seguro de hacerlo? - pregunta Gyuvin antes de tocar la puerta

En respuesta Yujin solo asiente, presionando con fuerza sus labios.

Gyuvin toca la puerta de madera completamente desgastada y sin color, esperando a que alguien saliera.

Nadie respondio en el primer intento, tocando una vez más

Esta vez una voz muy aguda respondio del otro lado

- ¿Quién es el que molesta? - habla la mujer con enfado, abriendo la puerta y ver directamente al joven

Gyuvin la saluda casi sin inclinarse

- ¿Quién eres? - vuelve a preguntar

Yujin solo atinó a esconderse detrás de Gyuvin con algo de miedo, era imposible que la mujer lo viera pero su cuerpo simplemente reaccionó con temor en cuanto apareció la mujer

- Pregunte quien eres - escupe nuevamente la escuálida señora

- Soy amigo de Han Yujin, oh bueno, lo era - corrige - él era su sobrino ¿verdad?

La mujer tuerse el labio en forma burlesca antes de responder

- ¿Ese mocoso tenia amigos?, dudo que tú seas su amigo - dice chasqueando los dientes - nadie lo podría querer como amigo -

Los puños de Gyuvin se enduecen al escucharla, si no fuera una persona mayor, ya hubiera callado su boca.

- Se equivoca, Yujin era mi amigo y vengo a buscar algo que era suyo - informa

- ¿eh?, ¿buscar qué? - pregunta con fastidio

- No se lo puedo decir, solo debo entrar a su cuarto

- Debes estar loco - dice ella - ¿crees que voy a dejar que un desconocido entre a mi casa?, debes ser solo un maldito ladron, ya lárgate - retrocede su cuerpo para cerrar la puerta pero es detenida por Gyuvin

La mujer comensaba a molestarse, pero Gyuvin busca su cartera sacando varios billetes de este

- Déjeme entrar al cuarto de Yujin, solo sera por un momento - vuelve a decir - y a cambio todo esto sera suyo

La boca de la tia comenzaba a salivar al ver el dinero

- Esta bien - responde estirándose para alcanzar los billetes

Gyuvin esquiva sus manos antes de que lo tocara

- Serán suyos cuando me vaya - informa

Ella rasca su brillante y oloroso cabello, dejandolo pasar, Yujin pasa por su lado donde hizo contacto visual con ella por algunos escasos segundos.

- Sígueme -

La casa era demasiado pequeña y solo tuvieron que rodear una pared para llegar al cuarto de Yujin.

Era casi obvio que la luz solar no entraba a ese lugar, asi que al ingresar un fuerte olor a humedad inundo la nariz de Gyuvin, era claro que nadie habia entrado al cuarto desde que Yujin se fue.

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