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—Kirishima.

Habían pasado dos semanas más desde que Bakugo y Kirishima habían llevado su relación a otro nivel. Desde que habían formalizado.

Actualmente, se encontraban cenando en un restaurante. No tan lujoso como para tener que vestirse elegante, pero lo suficientemente reconocido para que se necesitase una reservación.

—Dime, Bakugo-san.

Kirishima se esforzaba por mantener una postura en el restaurante. Aunque no tuvieran que vestirse formales para ir, sentía que todas las personas a su alrededor tenían mucha mejor solvencia económica que él y que, por lo tanto, debía comportarse diferente.

—¿Te gustaría vivir conmigo?

Sus intentos por mantener una postura perfecta se vieron interferidos por el comentario de su pareja.

—¿E... en serio?

—En serio.

La idea sonaba maravillosa, pero Kirishima no podía evitar sentirse inseguro: ¿Y si terminaban en poco tiempo? ¿Y él se quedaba sin un departamento en el cual vivir y sin un novio con el cual contar? Perdería estabilidad en más de un sentido, en solo un segundo.

—Yo...

—No tienes que responder ahora. Desde lo del incendio siento que pude haber estado contigo.

—Oye, eso no es culpa tuya. De cualquier forma, pudo haber ocurrido en cualquier situación.

—De cualquier forma, tienes mi llave ya y así podrías ahorrar el dinero de tu renta.

—Bueno, Bakugo-san, considerando que pagas toda mi comida últimamente y me llevas en tu auto a la universidad, realmente no he estado teniendo muchas dificultades financieras— Notó, entonces, que parecía que solo ponía excusas—. Déjame pensarlo, ¿sí?

—Cuanto quieras.

(...)

Se sentía... ¿acorralado? ¿halagado? No estaba muy seguro, pues la sensación en sí no era desagradable, pero tampoco era algo que deseara estar haciendo.

No estaba muy seguro de cómo las cosas habían llegado a ese punto de cualquier modo. Un día, saliendo de su clase, algo que se sintió como una coincidencia para él, pero realmente no lo fue, ocurrió. Se encontró de nuevo con el héroe Dynamight, quien le dijo que justo estaba por terminar su turno y podía acompañarlo camino a su casa mientras daba su última patrulla del día.

Kirishima accedió, ¿por qué no lo haría? Se sentía más que honrado de poder compartir tiempo junto a su héroe favorito. Suponía que le agradó al héroe en las interacciones previas que tuvieron y podría llegar a ser su amigo. En su desconocimiento e ignorancia, de que el hombre que lo acompañaba era bajo la máscara su novio, quien, a momentos, olvidaba por completo que para Eijiro, Dynamight y Bakugo eran dos personas diferentes.

Así que, al llegar a la entrada del edificio del departamento de Eijiro, por cortesía le invitó a pasar. Accedió, ignorando que en aquel momento estaba fungiendo como figura pública y no como la pareja del joven. Lo que, de una forma u otra, terminó en una conversación casual que incidió en un intento de un beso.

Una aproximación por parte de Dynamight a los labios de Eijiro.

Los segundos en ese momento, entre el instante en el que acortaba la distancia entre ellos, se sintieron eternos para el pelirrojo, quien, más impresionado que nada, no sabía como reaccionar.

Pero lo detuvo.

Colocó su mano en el pecho de Dynamight para frenarlo unos centímetros antes de concretar el beso.

—Perdóname, Dynamight-san, realmente me siento halagado, pero, yo quiero mucho a mi novio.

Quizá estaba siendo demasiado cortés. No se sentía capaz de serlo menos con Dynamight, pero al menos había logrado establecer el límite que quería.

Por su parte, el héroe se golpeaba mentalmente, ante la idea de que estuvo a punto de besarlo, como si Kirishima fuese consciente de su identidad. En realidad, en ese punto no había nada que le impidiera contárselo pero le resultaba cautivador el poder observar otras facetas de Eijiro. Además, ya que había pasado algo de tiempo desde que había comenzado su relación casual y posteriormente la formal, no estaba seguro de cómo tener la conversación: "Hey, resulta que soy el héroe que tanto admiras, ¿qué tal?". No creía que fuera a reaccionar mal, sencillamente, no sabía cómo hacerlo.

Bakugo, como héroe, se disculpó por sus acciones y se retiró. Pero, de camino a la agencia no dejaba de pensar en lo bien que se había sentido el escuchar a Kirishima decir que lo quería mucho y, sobre todo, que ni siquiera por su héroe favorito, sería capaz de hacer algo con alguien más.

No era una duda que tuviera. Solo que, ahora, estaba resuelta.

Entonces pensó que ya era momento de hablarlo con Kirishima.

Prohéroe | KiriBaku/BakushimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora