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Terminó en el lugar donde todo comenzó. Hablando con su amigo el cantinero a quien nunca le preguntó su nombre. Como era costumbre, realmente no estaba bebiendo. Solo hablaba, mientras recostaba su cabeza en la barra del bar.

—¿Pero entonces no estás enojado?

Omitió los detalles sobre la profesión de héroe y la identidad de Dynamight. Lo limitó a: "Resulta que me ocultó algo sobre su profesión, no puedo decirte qué, pero no es nada peligroso".

—No, solo... shockeado— Cambió su cabeza de lado— Y avergonzado.

—¿Por qué?

—Para empezar, porque corrí en lugar de hablar— Colocó su cabeza hacia abajo, contra la barra, aplastando ligeramente su nariz—. Y porque dije muchas cosas muy vergonzosas que no sabía que le estaba diciendo a él.

—¿Como qué?

—No puedo decirte, me voy a derretir de la pena.

Cuando el cantinero vio entrar por la puerta del local al héroe profesional Dynamight y buscó desde la entrada al joven que ahora hacía sobre su barra, algunas ideas locas comenzaron a cruzar su cabeza. Las mismas se confirmaron cuando el héroe tocó el hombro del joven pelirrojo y le pidió hablar en privado.

Se había enterado de un buen y jugoso secreto.

Pero, como siempre lo había hecho, lo guardaría para sí mismo.

(...)

—Eijiro, no era mi intención asustarte— Hablaba mientras conducía su auto rumbo a casa. Ya se había retirado la máscara. Con ella, llamaba más la atención en los semáforos—. También, lamento haberte besado, ya sabes, sin que lo consintieras.

—No es eso lo que me importa— Estaba costándole mucho trabajo hablar.

Después de un rato manejando en silencio, Bakugo estacionó el auto en su cochera. Tomó la mano de Eijiro suavemente y lo invitó a entrar a la casa. Una vez en ella, se detuvieron en la sala a conversar.

—Al principio no sabía a dónde iría esta relación así que no podía decirte mi identidad y ya, por seguridad— Se sirvió un trago de sake que guardaba en su casa, ofreciéndole a Eijiro en el proceso, pero él se negó—. Pero luego, se volvía cada vez más difícil para mí decírtelo porque tenía miedo de cómo reaccionarías. Si querrías terminar o si te molestarías.

Eijiro suspiró audiblemente y se tomó un par de segundos antes de contestar.

—Me siento muy avergonzado— Se cubrió el rostro con ambas manos.

—¿Por qué?

—Porque cuando hablaba contigo como Bakugo Katsuki-san sobre Dynamight, entraba en mi modo fanboy extraño. ¡Viste mis figuras de acción, dios mío! — Extendió los brazos hacia arriba para liberar su desesperación—. Y cuando hablaba con Dynamight sobre Bakugo Katsuki-san... Decía o hacía las cosas más cursis en existencia. Por ejemplo, supiste lo de la comida que iba a hacerte. O justo ahora, que te describía... — Se hizo bolita y se recostó de lado en el sillón.

—Esas cosas me hacían extremadamente feliz.

Kirishima elevó la mirada para encontrarse con Bakugo, de rodillas frente al sillón en el que se encontraba, para estar a su altura.

—¿En serio?

—Tengo que ser sincero contigo. Una parte de mí no quería decírtelo porque podía ver dos facetas de ti totalmente diferentes, Eijiro. Pero— Se acercó para rodearlo con sus brazos—, ahora entiendo que el Kirishima Eijiro asombrado y nervioso que veía como Dynamight y el Kirishima Eijiro amoroso y gentil que veía como Katsuki, son la misma persona.

Oh.

Oh no. Oh no.

Se sentía increíblemente halagado y feliz.

—Katsuki.

—¿Hm?

—Te amo.

Bakugo se apartó de su abrazo, sorprendido.

—¿Qué?

—Que te amo.

—E-espera, Eijiro, realmente quisiera verte la cara mientras dices eso— Tomó las manos bajo las que ocultaba su rostro para quitarlas del camino.

—¡No, así sí me dará vergüenza! — Forcejeaba para mantenerlas en su cara.

Se dio la vuelta y, permaneciendo hecho bolita, ahora le daba la espalda a Bakugo.

—Es que— El pelirrojo decía—. Eso justo ahora me hizo pensar en algo también— Bakugo se sentó a su lado en el sillón, dejándolo tranquilo.

—¿Qué cosa?

—Que Bakugo Katsuki y Dynamight son la misma persona. Así que... Todo el tiempo siempre amé y admiré cada forma de ti. Y... ambos son tú, así que, no debería avergonzarme, ¿verdad?

—Eijiro.

—¿Hm?

—¿Puedes levantarte? Quiero decirte esto a la cara.

Dándole algo de tiempo para dejar sus emociones fluir, Eijiro se sentó en el sofá de forma normal y volteó hacia la dirección en la que su pareja se encontraba para mirarlo como le pidió.

—Te amo.

Al menos, esta vez se encontraban en un sillón, porque cuando Eijiro se le abalanzó encima con emoción, cayó en el blando sofá en lugar del duro suelo como cuando le pidió que fuera su pareja.

Lo tomaría en cuenta, para el lugar a utilizar cuando le pidiera matrimonio.

—Katsuki.

—Eh.

—Hoy quiero hacértelo yo.

—Hm, me parece bien.

—Pero déjate el traje puesto y ve por tu máscara.

Katsuki se rio audiblemente, mientras acariciaba el cabello de Eijiro.

—Oye, ¿después de todo sí tendría que haberme sentido celoso?

—Dijimos que ambos eran tú, ¿no? Así que no te quejes.

—No me quejo.

Elevó su torso a la altura suficiente como para acercarse a besarlo. Pensando, en aquel momento, que le gustaría pasar así el resto de sus días.

—¿Eijiro, quieres casarte conmigo?

Menos mal seguía en un sillón, porque la forma en que Eijiro lo agitó de arriba abajo por la exaltación, lo habría matado en cualquier otra superficie.

—¡Claro que sí!

No se van a casar de inmediato, solo fue una propuesta jajaj

Me gustaba mucho la idea, pero no creo haberlo hecho bien en la ejecución. Anygays, gracias por leer y disculpen por cesar la publicación. La verdad, fue que se me olvidaba publicar, porque escrito ya estaba.

Prohéroe | KiriBaku/BakushimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora