6-. "Separación"

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Cabeza gacha, hombros caídos, ojos rojos y un pequeño aroma a tabaco acompañaba a Jardred hasta las puertas de un tribunal

―Será el juicio de divorcio... estás seguro de que podrás manejarlo?

Preguntó And algo preocupado sentado como el chofer del deportivo naranja.

―Estoy seguro de que podré― Contestó de mala gana Jardred ―Y aún si no puedo, no tengo otra opción...

And solo miró preocupado cómo su jefe bajaba del auto y entraba al tribunal.

Los primeros tediosos 15 minutos pasaron tan lentos y tensos que Jardred podría jurar no respirar.

Estaba tenso, nervioso y decidido a no voltear a su izquierda, donde Awita permanecía firme junto a su abogado.

La vida era irónica, habían pasado del completo amor al odio, o eso pensaba Awita, totalmente herido por el engaño.

Al final del día había sido Awita quien había solicitado el juicio, ya que no sería uno de simple divorcio.

Tres minutos.

Ese fue el tiempo exacto que Awita se hizo contemplando el rostro de Jardred.

Sí, le dolía la situación, pero aún lo amaba, y lo amaba con toda el alma, sin embargo, lo más sano era separarse.

Ambos estaban destrozados, de verdad que lo estaban, pero cada quien tenía una máscara impenetrable que les protegía de mostrar su vulnerabilidad.

Por fin entraba el juez, era hora de iniciar el juzgado.

―A mi derecha tengo al demandante, el señor Awita, quien exige el divorcio

Dijo Turbo por fin, dándole ya inicio de verdad al juzgado.

―A mi izquierda al demandado, el señor Jardred, acusado de infidelidad.

Tras que Turbo dijera esto, Jardred levantó la vista, buscando algo en la reacción de Turbo, quien sabía no estaba enterado de nada.

Y si bien Turbo era el juez, no pudo disfrazar su confusión al tener que llevar ese caso.

≪¿Ahora que pasa con Jardred? ¿Awita estará metido en otro problema?≫

Pensó Turbo rápidamente mientras veía perplejo a sus amigos, no teniendo más opción que proseguir.

―Necesito que ambos hagan un juramento.

Dijo rápidamente Turbo para ayudarse a saber que ocurriría y como protocolo también. Aquel juramento no era nada más que prometer no mentir ante la ley todo el juzgado.

―Y juro...

Era por fin el momento de Jardred, y Turbo lo veía expectante pues partir de eso podría deducir si nuevamente el pelinaranja estaba actuando por seguridad de todos a sus espaldas.

―Yo juro...

La mano que Jardred levantaba empezaba a temblar al igual que su voz, y la vista gacha solo lo delataba aún más.

Aún solo hubiera permanecido así tres segundos.

―No mentir ante el tribunal.

Soltó Jardred decidido, quizás engañando a medio mundo como quería, pero no a Turbo.

―Entonces... dígame una cosa... ¿Usted se declara culpable de infidelidad?

Jardred tragó grueso y bailó los ojos de un lado al otro segundos antes de responder.

―Así es, me declaro culpable.

Turbo notó de inmediato la mentira, pero no podía hacer nada más que proseguir.

 Pᴀɴᴅᴇᴍóɴɪᴜᴍ  [Awidred] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora