Capitulo 4: Prueba de confianza

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AZUMI JEON

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AZUMI JEON

17 años

Nos encontrábamos completamente aterrados; realmente no queríamos enfrentarnos a otra de esas criaturas andantes. Mientras los chicos se acercaban al gabinete, pensaba en maneras de escapar en caso de que pasara lo peor. Cuando abrieron lentamente el gabinete, vi que no era nada grave cuando bajaron las escobas, que utilizarían como armas en caso de que apareciera algún zombi. Las dos chicas que salieron del gabinete parecían de segundo año. Tenían un aspecto debilitado y su uniforme estaba cubierto de sangre. Mi cuerpo sintió escalofríos al verlas; su andar tambaleante y sus miradas perdidas me hicieron pensar que tal vez habían visto algo que deseaban olvidar.

Haiyun intentó acercarse a ellas, pero la detuve. —No sabes si son uno de ellos —dije. Ella bajó la mirada y se alejó. Una de las chicas levantó la vista y observó alrededor como si buscara algo o a alguien, y sus ojos se posaron en mí.

—¡No somos zombis! —dijo con la respiración entrecortada. Su compañera, a su lado, no decía nada y mantenía la mirada baja, como si no le importara lo que sucedía. —No lo sé, me cuesta confiar en ustedes; no sabemos quiénes son —respondí. Habíamos pasado por mucho y nuestras compañeras, a las que conocíamos bien, intentaron acabar con nosotros. Me costaba confiar en los demás.

Haiyun se acercó a mí, a una distancia suficiente para que solo nosotras dos pudiéramos escuchar. —Oye, sé que esto es real y no tiene nada que ver con las películas, pero en una que vi, los sobrevivientes sospechaban de una persona y la encerraban en una habitación por unos minutos para ver si estaba infectada —comentó. Me pareció una idea válida. Si los zombis se transforman en un corto periodo de tiempo, ¿por qué no hacer la prueba con estas chicas? Decidí tomar en cuenta la idea de Haiyun y les pedí a las chicas que volvieran al gabinete. Después de unos minutos, vimos que aún estaban conscientes, así que las sacamos.

Pasamos toda la tarde en el salón de clases, procesando lo que habíamos vivido. Algunos pensaban en sus familiares, preocupados por si estaban a salvo, y si aún estaban vivos. Sin darnos cuenta, la noche llegó y todos moríamos de hambre, pero no teníamos nada que comer.

—¿Y si vamos a la cafetería? Allí debe de haber comida —sugerí. Estábamos cerca, así que, ¿por qué no?

—¿Estás loca? Moriremos si salimos de aquí —respondió alguien. Había olvidado que el pasillo estaba lleno de esas criaturas. Pero, basándome en lo que recordaba de las películas, los zombis no podían ver en la oscuridad. Sabía que era arriesgado, pero había una mínima probabilidad de que fuera cierto. Hasta ahora, habíamos sobrevivido con ideas basadas en películas, así que decidí intentar esta.

—Pero... los zombis no ven en la oscuridad —dije para tratar de convencerlos de que era una opción viable.

—Iré yo. Tal vez, si bajo en silencio, no llamaré su atención —dije, levantándome para salir del salón de clases, hasta que Yeong me detuvo.

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