Melisa.
Otro día más de proyecto.
En este insi en lugar de hacer proyecto a final de cada trimestre lo hacen desde el principio pero intercalando con clases normales.
— Bon día. — Entro a mi aula sin mirar a nadie y sentándome en mi lugar de siempre para después quitarme los cascos y mirar hacia la pizarra.
(Buenos días)
Espera.
Miro a mis lados y no estaban ninguna de mis cuatro personas preferidas, estaba al lado de una amiga de voley y en las mesas de delante estaba Ivet con sus dos lameculos, mire a toda la clase en busca de alguien que me explicara lo que estaba pasando, pero solo identifique rostros de la clase de Christopher.
No me jodas.
Apoyo mis codos encima de la mesa, tapándome la cara antes de volver a coger los cascos y la mochila levantándome de mi sitio.
— Hola. — Me saluda Martina con dos besos.
— Hem intercanviat d'aula. — Nos interrumpe la profesora.
(Hemos intercambiado aula)
¿Qué?, ¿Enserio?, No me había dado cuenta, suerte que me lo has dicho.
A pesar de que era del mismo grupo de Christopher, tenía que ir a mi clase la primera hora y parte de la segunda para que nos explicaran qué haríamos durante todo el día y a qué horas.
— ¿Quina aula? — Pregunto rascándome los ojos para quitarme el sueño.
(¿Que aula?)
— A la del davant
(A la de adelante)
— Vale — Salgo del aula escuchando unas risitas. — Sereis cerdas. — Suelto con indignación al ver a las tres mosqueteras cagándose de la risa en medio del pasillo.
— Eso te pasa por llegar siempre tarde. — Suelta Nea entrando al aula que nos tocaba.
— No, esta me la apunto. — Me siento al lado de Gabi, el cual estaba con el móvil. — Buenos días. — Le doy un beso en la mejilla.
— Buenos días. — Me mira con una sonrisa. — ¿Qué pasa? — Arruga las cejas a modo de confusión.
— Que no sabía que nos tocaba en esta aula y he entrado en la otra.
— No jodas. — Se empieza a reír.
— Y lo mejor es que estas tres cerditas me han visto entrar y no han hecho nada.
— Que mala gente. — Achina los ojos mirándo a todas con la misma indignación que yo hace unos minutos.
— Sí, sí, pero tendrías que haber visto tu cara al salir. — Ríe Nea.
— Bueno, cambiando de tema, hoy es la actuación. — Sonríe Lara mirándome.
— Y....
— ¿Qué te vas a poner?
— ¿Para qué?
— Para la actuación — Resopla negando con la cabeza.
— Aaaaaa — Sonrió al pillarle el sentido. — Esto. — Señalo la ropa que llevaba puesta.
— No me jodas. — Suelta como si hubiera insultado a su mama.
¿Qué he hecho ahora?
— ¿Qué pasa?
— Pues que no puedes ir así. — Suelta Gabi apoyando la cabeza en la pared.
— ¿Por? — Arrugo las cejas por la confusión.
ESTÁS LEYENDO
DESILUSIÓN
RomanceLa humillación que tuve que pasar fue el detonante de mi cambio de actitud, la sonrisa genuina que solía llamar la atención de los demás pasó a ser una mueca que alejaba a las personas de mi alrededor. Esa sonrisa fue borrada por una persona con nom...