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El día era soleado igual que muchos días atrás pero el ambiente en la oficina del director se allá a sombría.

La pareja de hombre y mujer tenían su espalda recto sus manos detrás mostrando respeto pero sus rostros estaban distorsionados, pálidos y mostraban una sierta condición e irá.

- nos están pidiendo que arriesguemos nuestras vidas solo por un experimento que no se a probado antes - dijo Aimi rompiendo el silencio

- no es que no se allá probado antes los experimentos en animales son exitosos solo faltan humanos fuertes y capaces de aguantarla- Jair gruño molesto ante esto

- están diciendo que nosotros somos sus conejillos perfectos para experimentar - dijo tomando la mano de su esposa

Aimi miro la mano del hombre que la sostenía sonrió un poco con cariño al ver el anillo de botas en esta, juntaron sus manos entrelazando ambos anillos una unión que no querían jamás que se rompiera

- no queremos - dijeron al unísono

El director suspiro
- Aimi te caste a los veinte ya han pasado tres años que esperas hacer ¿retirarte de los kalon vivir un vida normal? - ella mordió su labio ante está pregunta

Ella asintió
- así es quiero formar una familia - dijo ella apretando la mano de Jair quien sonrió al escucharla

- esperas vivir en paz con tus hijos sabiendo que hay monstruos que puede deborarlos - Ella tembló ante estás palabras - ahora lo entienden si quieren un mundo pasifico hay que destruir a esos montruos y la única manera es haciéndose más fuertes

- pero eso en qué nos cambiará?- pregunto Jair mirando las hojas frente al hombre

- en nada solo les dará habilidades fuerza, resistencia, recuperación acelerada y una habilidad única de acuerdo a su gen- sonrió mientras les estendia los papeles - solo tienen que firmarlo - ambos se miraron dudando

Pero como decía el director que mundo pasifico se podría tener si los quimera existían.

Ambos firmaron.



La joven mujer fue llevada a una habitación se acostó en una camilla donde fue amarrada, Aimi miro con sospresa como la ataban con sogas de un grosor abrumador al igual que con grilletes metálicos

Estaban exagerando.

Vio como un hombre entraba con una suave sonrisa en su rostro, era guapo pero no tanto como Jair, pensó Aimi al ver cómo los ojos del hombre recorrían su figura

- bienvenido Ministro Morgan - dijeron los hombres

- está es la mujer - dijo mientras le sonreía

- si así es es la capitán Aimi jons - dijo un hombre

- muchas gracias por su colaboración capitán Aimi es un gran logro para nuestro grupo descubrir esto nunca olvidaremos sus esfuerzos por la nación - Aimi frunció el ceño antes de sentir como clavaban una hija en su cuello y otra en su columna cerca de su cerebro

Ella grito, los gritos de dolor inundaron el lugar sentía como su cuerpo se aprtia en pedazos el sonido de traqueteo indico que no era solo una alucinación sus huesos se estaban quebrando lentamente.

Al otro lado del pasillo no era muy,
pasifico, Jair golpeó la puerta tratando de abrirla.

Nunca antes había oído gritar a Aimi así

-que mierda le están haciendo a mi esposa - grito lleno de irá

Su rostro estaba rojo y las ganas de podían ver marcadas en su cuello mientras golpeaba la puerta con todas sus fuerzas

- por favor señor Lowell tiene que controlarse su esposa estará bien - el quiso extrangular a la mujer al otro lado de la puerta

- puta mierda acaso no escucha sus gritos de agonía, ella nunca a gritado de ese modo ni siquiera cuando una garra de un quimera atravesó su abdomen - rugió molesto

La mujer suspiro antes de teclear algo en la tablet un humo extraño empezó a inundar la habitación donde se encontraba Jair quien no lo noto asta estar rodeado de esto

Abrió sus ojos sorprendidos mientras miraba a la mujer al otro lado con odio.

- si salgo de aquí te mataré - dijo antes de caer al suelo inconciente



La joven fue traída a rastras a la habitación para luego dejarla en la cama, Jair parpadeo despertando de su aturdimiento antes de levantarse y correr hacia su esposa.

¿Que le habían echo?, Se sintió terrible al ver cómo la piel Nivea de Aimi ahora estaba de un rojo encendido como si unieran prendido Diego a todo su cuerpo

Su cabello negro tenía algunos mechones blancos pero no era lo único ella respiraba con dificultad y se quejaba al sentir el roce de la sábana contra su piel

- Aimi - dijo el sentándose a su lado quería abrazarla pero era mejor no hacerlo

Ella abrió con dificultad sus ojos viendo a su esposo a su lado y lloro.

A Jair se le rompió el corazón al verla en este estado, nunca la había visto así, el tocó suavemente su cabello lo más delicado que fuera posible.

- tranquila cariño aquí estoy - dijo tratando de tranquilizarla

La puerta se abrió entrando cinco hombres corpulentos por ella con pistolas eléctricas

- que mierda creen que haces si piensan llevársela nuevamente los mataré - gruño molesto

Los hombres se acercaron pero Jair fue más rápido corrió hacia uno noqueandolo, al girarse uno de los hombres de disparó con el arma dejándolo aturdido por un momento antes de coger los cables con su mano y jalando al hombre mientras le daba un golpe en la cara

Los tres hombres que faltaban al ver esto salieron del cuarto y el gas nuevamente empezó a salir

Jair maldijo antes de caer al suelo

Los tres hombres volvieron a entrar lo tomaron de lado a lado para luego arrastrarlo fuera del cuarto.

Jair abrió los ojos de golpe al notar un dolor penetrar su columna, apretó sus puentes asta el punto que pensó que estos se quedarían

Ahora entendía por qué Aimi gritaba, mierda esto dolía como el informo gruño apretando sus manos

No pudo resistir lo tuvo que gritar apretó la cuerda gruesa entre sus manos mientras sentía sus huesos romperce.

Destinos Entrelazados. (AA'IN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora