Castigo ※╰SaneIno╮

⇨Castigo extra final⇦

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Inosuke se dirigió desde temprano hacia su trabajo de medio tiempo, ese día le tocaba turno completo por lo que estaría todo el día metido en ese lugar con olor a café. No iba a mentir, estaba ansioso y esperaba con todas sus ganas que el final del día llegara para poder reunirse con el albino, el hecho de que este lo vaya a buscar a su lugar de trabajo le ponía nervioso.

Una vez llegó al lugar se encontró con la jefa y Yahaba, quien compartía el turno completo con él. Si bien no le agradaba mucho el chico, trataba de ignorarlo para mantener el trabajo que tan buena paga le daba.

—Hey— saludó a su compañero quién sonrió al verle.

—Buenas— respondió Yahaba observando al chico. —¿Todo bien?

—See— contestó cambiando su playera por la camisa de trabajo.

—Oye, ¿ese anillo es especial?, siempre lo llevas— preguntó observando el pecho de Inosuke.

—Lo es— contestó colocándose la camisa.

—¿Puedo tocarlo?— preguntó acercándose al chico. —Quiero comprar uno y quisiera verlo como referencia.

—Ya que— dijo encogiéndose de hombros mientras su compañero se acercaba para tomar su cadena.

—Es bonito— comentó Yahaba observando la aureola plateada, la cadena igual era bonita, pero lo que más le gusto fue el aroma que el cuerpo del chico desprendía. —Muy bonito.

—Ajá— contestó en espera de que su compañero se alejara, pero no había indicios de ello. —Oye, ya lo viste.

—Ah, lo siento— dijo soltando el anillo para alejarse del chico.

Inosuke se abrocho la camisa para ponerse el corbatín y luego hacerse un moño, se le hizo costumbre usar todo correctamente en el trabajo y colocarse una liga en el cabello. No demoro más en arreglarse, se dirigió hacía la parte principal para comenzar a atender a los clientes mañaneros, siempre había gente que pasaba temprano por su café antes de hacer cualquier cosa. Solo esperaba que el día pasara rápidamente. Estuvo toda la mañana haciendo una variedad impresionante de bebestibles, es increíble la cantidad de café que bebe la gente.

—Hey, Ino-chan— saludó la chica acercándose a la caja. —Holi, Yahaba.

—Sasamaru, ¿Qué haces aquí?— preguntó observando a su mejor amiga frente a él.

—Vine por un café, obviamente— respondió la chica con una enorme sonrisa. —¿Ya tomaste tu colación?

—Aún no— contestó Yahaba dándole una rápida mirada a Inosuke. —Lo tomaré ahora, te encargo la caja.

—¡Seguro!— contestó observando al par y se posicionó frente la caja.

—Qué lindo te ves con el cabello tomado— elogió la chica.

—Bah, es solo un moño— soltó rodando los ojos, era solo un moño mal hecho, no veía el halago en eso.

—Quiero un Macchiato y que sea con mucha crema— pidió la chica con una sonrisa.

Inosuke tomó el pedido, hizo el pago para luego comenzar a hacerlo, Yahaba llegó unos minutos después para sentarse con Sasamaru en una de las mesas más alejadas y así hacer sus cosas de amigos. Siguió atendiendo a los demás clientes hasta que su hora de merendar llegó y fue reemplazado por el pelinegro, intercambiando lugares. Lo demás siguió transcurriendo de igual manera, como era día sábado el local se lleno bastante y agradeció mucho la aparición de Nakime más tarde.