Castigo ※╰SaneIno╮

⇨Castigo pt.6⇦

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Sanemi suspiró con cansancio, ya había perdido la cuenta de cuantas veces había suspirado ese día, solo quería irse a casa y descansar ya que las ganas de matar a alguien seguían latentes en su mente. Su estudiante pelinegro y de hermoso rostro por el cual claramente sentía algo mucho más allá de un sentimiento profesor-alumno, lo odiaba; bueno, eso creía ya que era ignorado por este. Sumando, además, la presencia de Yushiro, uno de sus estudiantes más responsables que antes le agradaba bastante, pero ahora quiere golpearlo con un cuaderno cada vez que lo ve junto a su chico.

—Permiso, Uzui-sensei, aquí está la lista de los implementos que faltan para la próxima clase— informó Yushiro al profesor de artes quién le sonrió.

—¡Gracias! Tendré todo listo para la próxima clase, gracias por tu ayuda y tu tiempo— Uzui sonrió hacía su alumno y tomó el papel donde se encontraba la lista.

—De nada, profesor— hizo una reverencia y antes de irme miró a su profesor de matemáticas. —Que tenga una buena tarde.

—Mocoso infeliz— gruñó entre dientes apretando su mano en un fuerte puño, de verdad quería golpearlo.

—Sabía que odiabas a tus estudiantes, pero no a ese punto, contrólate compa que aún estamos en el trabajo— le dijo Uzui tocando su hombro.

—Tsk— chasqueó la lengua molesto y siguió en lo suyo, ya quedaba poco para terminar su jornada laboral, solo estaba llenando unos informes.

—Aprovechando que no hay mucha audiencia— comentó observando a sus demás colegas, que ya eran menos por cierto. —¿Qué se supone que sucedió entre tú y Yushiro? Que yo recuerde, él chico te agradaba.

—Tú lo dijiste, me agradaba, ya es pasado— respondió sin más apretando los dientes.

—Ajá, ¿y por qué ya no?— Uzui observó detenidamente a su amigo, tenía bastante curiosidad al respecto del tema. —Vamos, te conté sobre Agatsuma.

—No pedí que lo hicieras.

—¡Oh, vamoos!— volvió a insistir y Sanemi le observó cansado.

—Él me odia— se apresuró a soltar.

—¿Quién exactamente?— preguntó un Uzui con un rostro dudoso ya que eso parecía atormentar mucho a su albino amigo.

—Hashibira— soltó con un suspiro cansado.

—¿Hashibira? Espera, ¿Hashibira Inosuke?, ¿el amigo de mi pequeño solcito?— preguntó Uzui incrédulo y asombrado al mismo tiempo.

—¿Le dices "Solcito", enserio?— puso una cara de asco ante el sobrenombre, su amigo era demasiado cursi.

—Oye, eso no es el tema de ahora. Vamos, responde.

—Si, si, es él— respondió observando a los demás para que nadie escuche lo que están hablando. —No pongas esa cara.

—Es que, ¡es increíble! Yo juraba que ustedes dos se iban a matar algún día y mira— exclamó. —Espera, ¿tuviste algo con él cierto o yo me estoy haciendo una película entera en la cabeza?

—Eres tú— contestó moviendo la cabeza asintiendo.

—Si te lo cogiste, mierda— Uzui quería gritar de sorpresa como siempre lo hacía, pero en ese contexto no podía expresar mucho. —Y yo que no he avanzado nada.

—¿Y por qué diablos supones que me lo cogí?— preguntó.

—Porqué eres tú, no andarías por ahí solo dando besitos y menos con Hashibira— comentó Uzui con un todo de obviedad. —Ahora, cuenta.