Extra

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Invitados reales... Ese era su título para entrar en cada ocasión a los distintos lugares del palacio, incluso en los pequeños palacios, jardines, propiedades, casas, temporadas de caza e incluso para reuniones como esa, donde Taehyung y Jimin tenían largas conversaciones con su majestad.

La servidumbre adoraban a ambos donceles, no solo por mandato de la Reina, sino porque se habían ganado el corazón de muchos con su humildad, carisma y esas actitudes juguetonas que siempre tenían a la hora de tomar el té; aunque eso no les quitaba el crédito de que ahora eran toda una flor inglesa con sus buenos modales y cortesía.

Gracias a que sus adorados amados ingleses eran muy importantes, ellos se vieron involucrados en temas especiales, políticos, de sociedad y demás, así que tratar temas de conversación no se les hacía difícil.

Esa misma tarde debían tocar cierto tema, en especial porque la reina se encontraba verdaderamente emocionada, como si se tratara del próximo territorio conquistado. Ambos menores habían sido llevados al vivero real donde estarían tomando el té con algunos bocadillos ostentosos.

Todo era perfecto, la servidumbre a su alrededor, la naturaleza bien cuidada, el té, la comida, solo había un problema y eso se debía al revoltijo de emociones que sentía Taehyung en su estómago, lo estaba haciendo sentir incómodo, cosa que no le jugaba a su favor.

— Tae ¿estás bien? – murmuró Jimin al notar cómo arrugaba la falda de su vestido con sus puños, Taehyung asintió de inmediato sin convencer a su mejor amigo – ¿necesitas algo?

— No, solo estoy un poco inquieto por la situación.

— Bueno, si es por eso te entiendo, no todos los días se dice públicamente que somos parejas de los exitosos Jeon Jungkook y Min Yoongi, además del hecho de que se ha aprobado tu ceremonia de matrimonio.

— Lo sé...

Vaya si no lo sabía aquello había sido un gran alboroto, Jungkook mismo llegó a casa temprano ese día, tomándolo en brazos, girando con él para luego besarlo frente a los niños, quienes rieron avergonzados por la demostración de afecto que estaban presenciando.

Era un momento feliz en su vida, entonces ¿por qué sentía como si de nuevo regresara seis años atrás cuando lo descubrieron con su sangrado? Estaba por volverse loco entre tantas situaciones importantes.

— Si dices estar bien, por qué parece que pronto te echarás a llorar, ¿quieres hacerme llorar también?

— No es nada, lo prometo.

— TaeTae, no debes estar así, ¿tienes miedo que algo malo suceda? – Jimin lo veía como si comprendiera todas las inquietudes que lo estaban atormentando – sabes que estaré contigo en todo momento, no debes dudar de nada.

El labio de Taehyung comenzó a temblar, haciéndolo sollozar, sorprendiendo a todos los presentes, en especial la servidumbre, quienes ya les conocían, de inmediato intentaron acercarse a ellos, pero Jimin los detuvo pidiendo un poco de espacio; consiguiendo lo pedido y un pañuelo para secar las lágrimas del menor el cual no pudo tomar al notar el llanto de su mejor amigo. Jimin lo abrazó de inmediato, tan fuerte como podía para brindarle consuelo, sintiéndose extraño al no comprender lo que ocurría.

— Tae ¿qué ocurre?

— Tengo miedo que algún loco llegue a la ceremonia e intente algo con mi familia, Jiminie.

— Pero no sabes si eso sucederá, por qué te atormentas con algo como eso – Jimin se alejó un poco del abrazo, tomando el pañuelo que le fue extendido por uno de los mayordomos, a quien agradeció por el gesto, comenzando a limpiar las lágrimas ajenas – deja de llorar, no te ves bonito cuando lloras.

Fruto ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora