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-Dazai idiota, sabiendo esto desde un inicio no lo evitó ¿Estás mal de la... Cabeza? -Irritado miro que el castaño le ignoró. -Oye pedazo de idio-

Le tapó la boca cierta gatita pequeña de color rojizo. Sorprendido se acomoda las gafas y bajo la mano de la muchacha.

-Uuhhh~ una niña te domina eh, k-u-n-i-k-i-d-a -Kun~

Hasta el límite de su paciencia iba a degollar al tarado del Dazai hasta que vio a un enano encabronado con los pelos en puntas, sin más, se marchó en silencio.

-Huyes porque es cierto~

-Oye tu pedazo de imbecil.

-Eh -Nervioso, volteo con una sonrisa forzada. -mi amor~

-no me vengas con tus estupideces.

-¿Qué pasa acá? -pregunto recién llegando el albino.

-Cosas de adultos, no te metas -Respondio chuuya con ironía sin sonar grosero.

-Okay, hablando de eso, alguien a visto a Akutaga-

-Esta en descanso obligatorio -Interrumpio Kunikida.

-¿Está enfermo? -se exaltó.

-No, su ciclo se alboroto y ya no puede estar cerca de los demás.

-Debo irme -se fue corriendo sin dudarlo.

-Oye... -ya no estaba. Impactado miro a la otra pareja peleando aún en el restaurante así que sin dudar -Ustedes par de imbéciles van a trabajar hoy para remplazar a los chicos.

-Me niego -Respondio Dazai.

-Pero si hoy yo descansaba...

-Nada de excusas, ustedes sabían sobre ellos dos y en vez de evitar los apoyaron ahora se harán cargo de sus consecuencias, comiencen.

-si, señor. -respondieron al tiempo, de sentían culpables.

...



-Akutagawa, ábreme.

-No...

-dejame estar para ti...

-Yo...

Abre la puerta...

Meseros //AtsuAku // OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora