Pentsatzen zaitudanean
galtzen naizela sentitzen,
eta pentsatzen dudanean
badakit sentitu behar ez dudala.
Esnatzean
dena hankaz gora.
Barruko korapiloak handituz,
nire barrenean sartuta.
Nondik natorren ezin ahaztuta.
Me paso, sin querer te escribo,
y luego me arrepiento,
pero en verdad solo me reafirmo
en que lo que siento
es tan solo mío
y que mañana no me dirás nada al oído.
Lo pillo, lo dejo, ya no te escribo...
lo pillo, lo dejo, ya no te escribo,
escribo unas letras que no parecen mías,
me dicen, me piden, que haga poesía
a esa sonrisa esquiva, que tan solo duró aquel día,
un juego, un rato, una partida.
Lo pillo, lo dejo, ya no te escribo...
lo pillo, lo dejo, ya no te escribo.