Canon Event

Capítulo 14

Todo había salido mal desde el momento en que Miguel terminó atrapado en ese almacén junto a Luna. Lo sabía muy bien. Sin embargo, al menos estaba agradecido de que, con la ayuda de Ryusei, habían logrado capturar a la anomalía. Finalmente, pudo relajarse un poco, pero su tranquilidad se esfumó rápidamente cuando, al regresar a la sede para buscar a Luna, Lyla le informó que la joven ya estaba con Hobie en su universo.

Miguel maldijo entre dientes, sintiendo una punzada de frustración y remordimiento. Según Lyla, Luna no parecía estar de buen ánimo, lo cual no le sorprendió. Recordaba perfectamente cómo le había gritado y culpado de la misión fallida, aunque sabía muy bien, en el fondo, que ella tenía razón. Nunca le había enseñado a trabajar en equipo, solo se había centrado en mejorar sus habilidades individuales.

Consciente de su error, Miguel pasó toda la mañana buscando a Luna por todas partes, decidido a explicarle su comportamiento y a ofrecerle unas disculpas. Sin embargo, cuando por fin la encontró, se dio cuenta de que ella lo estaba evitando. Cada vez que intentaba acercarse, Luna parecía buscar una excusa para alejarse, o incluso escapaba, visiblemente incómoda. Y Miguel sabía por qué. Después de escuchar a Hobie describir cómo él podía comportarse cuando estaba molesto, Luna prefería mantener su distancia, temiendo otro regaño.

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— Y eso fue lo que pasó — dijo Miguel con un suspiro antes de tomar un sorbo del café que Peter le había ordenado. En realidad, con el problema que tenía entre manos, lo último que le preocupaba eran sus necesidades básicas

— Ya veo... Eso explica por qué se fue con Hobie — comentó Peter, evaluando la situación

— ¿Qué se fue con quién? — La voz de Miguel se elevó bruscamente, y estuvo a punto de estrellar la taza contra la mesa. Sin embargo, sabía muy bien que él mismo había provocado esta situación, lo que solo aumentaba su frustración

— Tranquilo, Miguel. Enojarte no resolverá nada — le aconsejó Peter con calma, antes de que una idea cruzara su mente y sus ojos se iluminaran — Sabes, tengo el mejor plan para que te disculpes con Luna y, de paso, pases tiempo con ella

— ¿Ah, sí? — preguntó Miguel, su tono lleno de escepticismo. Pero antes de que pudiera pedir detalles, vio cómo Peter acercaba a su hija, Mayday, hacia su rostro. Instintivamente, desvió la mirada, evitando a la pequeña

Aún le resultaba difícil ver a un bebé, especialmente si era una niña. La herida de haber perdido a la suya seguía abierta y le dolía profundamente.

— Créeme, nadie se resiste a este dulcecito — dijo Peter, sonriendo mientras intentaba animar a Miguel

— ¿Cuántas veces te he dicho que no la traigas aquí? — se quejó Miguel, apartando suavemente a la pequeña con una mano

— Oh, vamos, Miguel, ¿cómo podría dejar sola a mi May May? — replicó Peter, sin dejarse intimidar

— Esto no es una guardería, Parker. Además, es muy pequeña; podría perderse o lastimarse

— Y también podría ayudarte — añadió Peter, sin perder el entusiasmo. — Escucha mi plan: Tú llamas a Luna a tu oficina y le dices que yo te encargué cuidar a Mayday, por lo que necesitas su ayuda porque ella es la más calificada para hacerlo — explicó con una sonrisa traviesa

Miguel soltó una carcajada incrédula

— Oilo ¿D'Angelo, cuidando de una niña pequeña? — comentó en un tono burlón. — Más bien, terminaré cuidando de ambas