Capítulo 12

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Una vez dentro del portal, Luna reaccionó instintivamente, lanzando una telaraña para evitar caer al vacío del que Miguel no le había advertido. Normalmente, los portales se abrían en el suelo, pero esta vez fue diferente

— Eso estuvo cerca — mencionó Luna con alivio mientras seguía a Miguel, quien se columpiaba de edificio en edificio

— Debes estar alerta en todo momento, D'Angelo. Nunca supongas y mantén activo tu sentido arácnido — le recomendó Miguel antes de aterrizar en el techo de un edificio

— Por eso te dije que me falta aprender... — respondió Luna mientras se dirigía hacia donde estaba Miguel, quien solo rodó los ojos ante su respuesta

— Tienes lo necesario, D'Angelo. Solo necesitas concentrarte más — Miguel dijo mientras miraba el horizonte de la ciudad. Luna se acercó a él, sus pensamientos aún algo dispersos

— Supongo — respondió ella con cierta inseguridad antes de sentarse en el borde del techo. — Entonces, ¿qué es lo que querías explicarme sobre mi nuevo rol?

— En realidad, es todo lo que Gwen te mencionó. Deberás estar atenta a cualquier anomalía en el multiverso, recibir a nuevos miembros y asegurarte de que se integren bien, y mantener la armonía dentro de la sede. Si ves algún comportamiento extraño, deberás informarle a Lyla de inmediato. Y, por supuesto, atender a cualquier llamado mío y apoyarme en las misiones — explicó Miguel con claridad

— Suena... mucho. No sé cómo Jess pudo manejar todo eso y estando embarazada — admitió Luna, sintiéndose abrumada

— Lo es, pero confío en que puedes manejarlo. Además, no estarás sola. Lyla estará ahí para asistirte, y siempre puedes pedirme ayuda si la necesitas — aseguró Miguel, sentándose al lado de la joven heroína

— Trataré de hacer lo mejor que pueda

— Lo harás, estoy seguro. Y para eso estamos aquí — mencionó Miguel, levantándose. — Necesitas ser rápida y capaz de enfrentar cualquier situación que se te presente

— Sí, eso ya lo sé, pero a qué te refieres con... — Luna comenzó a preguntar antes de que Miguel le pusiera un dedo en los labios, interrumpiéndola

— Cinco minutos, atrápame — ordenó Miguel antes de saltar del techo y columpiarse lejos de la azabache, dejándola sorprendida y algo confundida

— Espera... ¿Tengo que atraparte? ¿Ahora mismo? ¿Es una clase de práctica o entrenamiento? — preguntó Luna, pero al ver que una pequeña cuenta regresiva se activaba en su gizmo, supo que Miguel hablaba en serio. Sin perder tiempo, se lanzó del techo y fue tras su mentor

Durante los cinco minutos siguientes, Luna dio todo de sí para atrapar a Miguel. Sin embargo, él era más ágil y rápido, capaz de esconderse fácilmente, escabullirse de sus telarañas y contraatacar, deteniéndola en varias ocasiones. La frustración crecía en Luna a medida que sentía que se alejaba más y más de su objetivo

Miguel, aunque había dado una orden clara, le dio varias oportunidades a Luna. Ella seguía pensando que esto era solo un entrenamiento para mejorar sus habilidades, mientras que Miguel tenía algo más en mente que lo acercaría a alcanzar su propio objetivo además de entrenarla

— Sin duda, depender de ese anarquista te ha debilitado — dijo Miguel en tono burlón, viendo a Luna tendida en el suelo tratando de recuperar el aliento

— Yo... no es justo, tú eres más grande y biológicamente tienes más resistencia que yo

— Tal vez, pero si hablamos de edad, quien debería tener más energía eres tú — respondió Miguel antes de ofrecerle una mano para ayudarla a levantarse

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