Capitulo 38 "¿Quieres ser mi novia?

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Rebecca Armstrong

Habían pasado algunos meses desde qué vivimos en Inglaterra, todo iba excelente, la empresa iba cada vez mejor y posiblemente ya no me necesitaría en poco tiempo.

Mi suegra me regaño por no contarle nuestra decisión y básicamente desaparecer...

Pero era él mes del cumpleaños de Song y junto con Freen decidimos pasar toda está semana en Tailandia, también había traído a mi madre para qué volviera a pisar sus tierras.

Freen dijo que quiera enseñarle la ciudad, y otras cosas más, mientras qué mi hija se quedó con Margaret, decía qué quería pasar tiempo con su mejor amiga.

-Antes de qué me mate suegra. -hablé juntos en él momento antes de sentir todo el regaño de mi suegra. -Me disculpó, pero necesitamos hablar sobre algo.

-¿Sobre qué?, ¿ya me van a tomar en cuenta en sus cosas?

-Señora sabe qué yo no tengo ningún problema con el cuál pueda irnos a visitar.

-¿Crees qué yo puedo estar allá?

-Puede estar dónde quiera, pero sabe qué siempre su hija la va a necesitar.

-Estoy enojada porqué no me tomaron en cuenta, simplemente tenían qué avisarme, no debo ser la última siempre. -se quejo la señora y asentí, en el fondo tenía razón.

-Lo siento... no sabíamos que iba a suceder así... perdóname. -agache mi cabeza, disculpándome con ella apropiadamente.

-Esta bien, me da miedo cuando hablas de esa manera tan sincera. -me reí y le pregunté lo qué quería.

-Usted... ¿cree que es una locura volver a casarme con su hija? -pregunté directamente, sabía qué a mi suegra no le gustaban las vueltas.

-¿De nuevo?

-Si, quiero volver a pedirle matrimonio, volver a casarme, cómo la primera vez.

-¿Por qué?

-No lo sé, creo que sería cómo darnos verdaderamente un nuevo comienzo...

-¿Freen está de acuerdo?

-Es una sorpresa... Song si lo está, dice qué quiere ver a sus dos madres casarse, ella me ayudó a elegir su anillo. -dije, mientras le mostraba.

-¿Por qué eres así Rebecca? Sabes qué puedes hacerlo, da igual mi opinión.

-No da igual, porqué quiero hacer todas las cosas bien, así qué hoy vengo a pedirle nuevamente su mano.

-Innecesario... -contesto, pero me miró sonriente.

-¿Tengo su permiso?

-Cómo hace 8 años te dije... Si es lo qué mi hija desea, está bien para mi, solo hazla feliz, cuídala, también a mi nieta, qué las ama, las apoya. Sean felices, no duden de su amor, por qué es el más fuerte del universo. -dijo mi suegra, la miré con lagrimas. -Eres mi familia Rebecca, gracias por estar junto a mi hija.

-Gracias usted por permitirme ser parte de su familia. -hablé y la señora solo asintió abriendo los brazos.

Realmente saber qué ahora contaba con el apoyo de mi suegra, de mi madre, para todo era lo mejor, lamentablemente mi padre ya no estaba pero sabía qué estaba orgulloso de mi.

-Buenos días Irin... -saludé a mi mejor amiga, qué me miraba enojada.

-¡Irte de aquí sin decirme! Ni un mensaje, me tuve qué enterar de todo por otras personas. Rebecca por dios... eres mi mejor amiga...

Te amaré por siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora