Rebecca Amstrong
Hoy Freen había querido empezar a trabajar y lo mejor era en mi empresa, dónde se sintiera cómoda, aunque posiblemente eso no pueda ser del todo posible.
-Buenos días señorita Amstrong... -habló Kade qué me vino a ayudar para recibir a Freen y enseñarle lo básico. Estaba entrando junto con ella y todos los empleados empezaron a murmurar, poniendo tensa a Freen.
-Buenos días Kade. Necesito esa reunión lo más pronto posible.
-Claro, está todo cómo usted ordenó. Por cierto el señor Nop quiere hablar con usted.
-¿Nop? Bueno eso será después... Freen, ella es Kade tu mano derecha en todo, ella conoce a la perfección la empresa y todo lo que se debe hacer, ella te enseñará, yo necesito hacer algo con los empleados...
-Puedes ir... después de todo eres la Jefa... -dijo tímida, sostuve su mano para llevarla a su oficina.
-Aquí es dónde trabajarás, cualquier cosa, absolutamente cualquier cosa, si te molesta, si no te gusta, me dices o también le puedes decir a Kade ella se encargará de cualquier cosa. -empecé a hablar agitada, estaba nerviosa.
-Estaré bien... -dijo para acariciar mi rostro, le sonreí.
-Bien... bien... voy a la junta, Kade te la encargó mucho. -le dije a mi compañera de trabajo y también amiga.
-Todo estará bien Rebecca, es un gusto verte de nuevo Freen, se toda la situación así qué no te preocupes, no te voy abrumar. -habló amablemente Kade hacía mi esposa.
-Un gusto conocerte de nuevo. -contesto Freen con una sonrisa más relajada, ella se sentía cómoda con Kade eso me bastaba.
-Kade si sucede algo de lo qué hablamos tomas las medidas en las que quedamos. -dije, Kade asintió, Freen me miró curiosidad pero no le dije nada más y salí de ahí a la sala de juntas.
-Buenos días a todos. -entre a la sala y estaban todos los empleados.
-Buenos días jefa Amstrong. -hablaron todos al mismo tiempo.
-No estén tensos... bien supongo qué tienen dudas, preguntas y curiosidad. -empecé a hablar tranquila.
-Señora Amstrong... -habló un empleado, qué realmente no me acordaba de su nombre, tenía muchas cosas en la mente.
-¿Qué sucede?
-¿Esa es su esposa? -pregunto tímido por mi mirada, me relajé...
¿Qué le puedo decir?
-Bien, la señora Sarocha Chankimha va a ser nueva trabajadora de aquí, les pido mucho respeto y que sean muy cuidadosos... Se qué saben de la situación, aunque ya hayan pasado unos meses sigue siendo reciente. -todos asintieron. -Y si tienen la duda, sigue siendo mi esposa, el primero qué intenté tenga por seguro va a sufrir consecuencias graves. -todos los hombres de la sala se tensaron.
-¿La señorita Kade también trabajará aquí? -preguntaron.
-Si, ella va a estar manejando cosas qué yo no puedo, y será la encargada de ustedes, mi esposa trabajará junto a ella, y no, no va a tener privilegios. -dije firme, todos parecían asustados, yo sabía lo qué pensaban.
-Es mi esposa en eso tienen razón, pero ella es alguien qué le encanta hacer las cosas por su cuenta, así qué no necesita de mi en esa parte, yo simplemente la apoyo. Otra cosa, si alguien empieza a hacer chismes o hacer simples idioteces, intentando jugar una mala jugada, tengan por seguro qué yo me enteraré de todo. Nada escapa de mi, ustedes son unos de mis mejores trabajadores, llevan años aquí y saben cómo me gusta el trabajo.
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Te amaré por siempre
RomantizmRebecca Armstrong empresaria reconocida en todo su país, una persona qué perdió al amor de su vida, qué todo le parecía un infierno desde qué no la tenía a su lado. Una pequeña sonrisa la hizo tener un pequeño rayo de luz, un rayo de esperanza, y le...