-Da igual Billy, no me importas tú. Vengo por Song. -dije sin rodeos, no me gustaba estar dando mil vueltas al asunto, venía por información y de una manera u/o otra la conseguiría.
-¿Quién es Song? -pregunto confundido, sabía qué no lo estaba, qué entendía de quién hablaba, en el mundo empresarial tienes que saber cómo leer a la gente, a veces para negociar aparentan ser algo qué no es ni cerca de la realidad.
-¿Podemos hablar en un sitio más privado? -pregunté, realmente desde qué había entrado sentía la mirada de varios, me lo esperaba después de todo aquí me odian.
-¿Te diste cuenta?
-¿Qué 10 de tus hombres no dejan de mirarme? Desde qué entre, pero siento qué ahorita se me quieren lanzar encima.
-Bueno... no es cómo si fueras la persona favorita aquí. -bromeo empezando a caminar, lo seguía.
-¿Cómo es Amanda Jensen?
-Dile Heidi, se llama Amanda pero solo lo dice para hacerse notar... -suspiro cansado, me había dado vuelta casi por completo en el casino.
¿Quién es Heidi?
-Sabes que uno puede pensar mal, ¿llevarme hasta la parte trasera del casino?
-¿No qué querías privacidad?
-Entonces contesta, Song...
-Ese tema no se debe hablar aquí. -dijo, sabía qué entendía de quien hablaba.
-Sabes qué no nos vemos muy seguido. -le dije lo obvio, él jamás me buscaría por su cuenta.
-Rebecca el tema de Song, es más complicado de lo qué crees. En primer lugar, ¿cómo sabes de ella?
-Da igual eso.
-No, no da igual. -dijo firme, su comportamiento era raro.
-¿Te importa? -le pregunté, parecía estar un poco desesperado.
-No estoy para tus juegos Rebecca.
-Yo menos, eres tú el qué siempre va con rodeos. -le contesté con rudeza, tenía muchas ganas de decirle varias cosas y de partirle la cara, pero necesitaba algo de Song...
-Maldita sea Rebecca, entiende que no podía hacerlo de otra manera.
-Estamos aquí por Song, luego hablaremos del pasado.
-¿Está bien? Dime cómo está la niña... -contestó después de un largo rato en silencio.
-Bien, eso es lo único qué te puedo decir.
-¿La tienes? -pregunto mientras observaba para todos lados.
-No. -mentí, no podía confiar del todo en él, pero lo necesitaba.
-¿Cómo mierda diste conmigo?, ¿cómo sabes qué me conoce la pequeña?
-Billy si vengo a tí es porque ella misma me lo dijo, la quiero ayudar. -le dije sincera, él me miró extrañado.
-Tú no ayudas a nadie, ¿conoces a la pequeña no?
-Si la conozco...
-¿Qué es lo qué sabes?
-Sé qué tú mismo la dejaste varada, la dejaste sola y sin protección, nunca regresaste. -cada qué hablabamos él estaba más paranoico.
-No podía, Rebecca no podemos hablar aquí.
-Necesito saber si su madre está bien Billy... -dije seriamente, me miró a los ojos inseguro.
-¿Sabes quién es?
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Te amaré por siempre
RomanceRebecca Armstrong empresaria reconocida en todo su país, una persona qué perdió al amor de su vida, qué todo le parecía un infierno desde qué no la tenía a su lado. Una pequeña sonrisa la hizo tener un pequeño rayo de luz, un rayo de esperanza, y le...