♡𝗘𝗹 𝗶𝗻𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗜𝗻é𝘀

3.3K 215 20
                                    

Después de una larga batalla con la excolaboradora de esta cuenta, "La Secretaria" pasa a ser de mi autoría 100%.

He realizado algunas modificaciones en la narrativa y la gramática, añadiendo más detalles. La historia sigue siendo la misma, sin cambios en la trama.

 La historia sigue siendo la misma, sin cambios en la trama

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

◉ Sexo explícito.

◉ Lenguaje vulgar y obsceno.



Historias originales. Quien piense lo contrario, que me desmienta con pruebas.



⨳ Los comentarios negativos y pasivo-agresivos serán eliminados.

⨳ No soy una escritora profesional; esta historia puede contener errores ortográficos y narrativos. Se lo advierto. Hay personas demasiado exquisitas y minuciosas, así que les ahorro el disgusto.

⨳ Escribo para controlar mi ansiedad, no para ganar aprobación.

⨳ No intento sexualizar a los idols; somos adultos y debemos separar la realidad de la ficción.

⨳ No intento sexualizar a los idols; somos adultos y debemos separar la realidad de la ficción

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

◤POV INÉS

Lisboa, Portugal.

"Positivo." Esa gran palabra brilla en mi rostro, algo que nunca pensé que me podría pasar.

Después de salir de la clínica, voy directamente a la casa de Noah a contarle la noticia. Estoy enamorada; llevamos cuatro años juntos y él fue mi primer amor. Mientras camino hacia su departamento, pienso que le encantará la noticia, ya que siempre hablamos de formar una familia.

Al llegar al edificio, miro su apartamento desde la calle antes de entrar. Subo en el ascensor, mis nervios crecen y, finalmente, me dirijo a su puerta. Listo, estoy aquí. Abro la puerta, que sorprendentemente está sin llave. Esto me extraña, ya que Noah siempre ha sido muy cauteloso y precavido.

Al entrar, camino hacia la sala y empiezo a escuchar gemidos y ruidos provenientes de la habitación. Mis manos comienzan a sudar frío y, al avanzar hacia la puerta de esa habitación, vivo un evento que nunca pensé que me ocurriría.

Noah está con una chica en la cama. Mi corazón se detiene y, en un instante de ira y dolor, salgo corriendo de allí, azotando la puerta detrás de mí. Él sale tras de mí, envuelto en una sábana.

⸺¡Perdóname, Inés! ¡Perdóname! Fue un error, un momento de debilidad ⸺me dice exaltado mientras toma mi brazo.

⸺¡SUÉLTAME! ⸺grito, luchando contra su agarre.

⸺ ¡Te amo! Por favor, escúchame. ¡Hablemos!

⸺ Aléjate de mí. Nunca más te acerques. ¡Nunca más te atrevas a tocarme! ¡Me das asco, te odio!

Reuniendo fuerzas, logro liberarme y salgo corriendo por las escaleras, las lágrimas bañando mi rostro y mi corazón acelerado por una mezcla de emociones. Quiero escapar, pero todo sucede tan rápido. De repente, mi cuerpo comienza a rodar por las escaleras. Un dolor intenso me invade y me doy cuenta de que estoy sangrando. Cierro los ojos, incapaz de soportar el sufrimiento, mientras escucho la voz angustiada de Noah pidiendo ayuda. En un instante, me desmayo.

Intento abrir los ojos, pero no puedo. Lo intento nuevamente y, esta vez, logro ver que estoy en una habitación completamente blanca. Me siento mareada y vuelvo a cerrar los ojos. Respiro hondo y, al abrirlos de nuevo, me adapto a la luz. Trato de recordar cómo llegué aquí, y de repente, todo me golpea como una avalancha: la traición, el embarazo. En ese momento, veo a alguien entrar por la puerta. Es Rita, mi mejor amiga.

⸺ Inés, ¿Cómo estás?

⸺ ¿Qué pasó? Por favor, dímelo. ⸺Cuando Rita está a punto de responderme, el médico entra a la habitación.

⸺ Señorita Inés Oliveira, ¿Cómo se siente?

⸺ Me duele el abdomen y estoy mareada, pero doctor, ¿mi bebé está bien? ¿No le pasó nada, verdad?

Rita me mira con cara de miedo, porque hasta ese momento solo yo sabía de mi embarazo.

⸺ Lamento informarle, señorita, que el producto no sobrevivió a causa de la caída y la pérdida de sangre. Dado que aún estaba en las primeras etapas del embarazo, fue una situación delicada.

Escuchar eso me rompe en mil pedazos. Aunque solo me había enterado recientemente de la noticia, ya lo amaba, porque él iba a ser mi familia, una parte de mí, sangre de mi sangre.

Rita me abraza y me consuela, limpiando las lágrimas que ni siquiera me había dado cuenta de que estaban bañando mi rostro.

El médico da algunas recomendaciones y advertencias más, pero apenas presto atención. Pronto recobro el sentido al escuchar a Rita llamándome y preguntándome exactamente qué había pasado y cómo llegué a este punto. Le cuento todo lo que sucedió, y ella, poseída por la ira, dice que si ve a Noah frente a ella, lo matará, lo cortará en pedazos. Sinceramente, no me interpondría en su camino, porque la rabia que siento hacia él es tan intensa que, si tuviera la oportunidad, yo también lo mataría.

Rita va a mi casa a buscarme algo de ropa, y aprovecho para reflexionar con calma. Pienso en irme en busca de nuevas metas y sueños, en empezar una nueva vida. Sé que quedarme aquí, atrapada en los recuerdos, sería un martirio.

Tan pronto como oscurece, Rita regresa tratando de animarme con sus chistes. Aunque no tienen gracia, logran hacerme reír y distraerme por unos momentos.

Noah viene aquí tratando de verme, pero gracias a Dios, antes de que Rita se fuera, ya había prohibido su entrada. No quiero ni hablar con él ni verlo, porque ya me arruinó la vida.

Después de dos días en el hospital, al llegar a casa, no espero ni un minuto más; empiezo a hacer mis maletas porque quiero salir de aquí. Salimos de casa y nos dirigimos al aeropuerto. Dentro del avión, con Rita a mi lado, miro por la ventana.

Rita decidió acompañarme en esta aventura. Nos dirigimos a Seúl, Corea del Sur, el país de mi padre, el lugar que me vio nacer y que abandoné cuando mis padres se divorciaron a los trece años. Al observar la vista desde el avión, me prometo que comenzaré mi vida de nuevo, pero no seré ingenua y no le daré mi corazón a cualquiera. Porque ahora nace una nueva Inés, con garras y dispuesta a luchar, sin bajar la cabeza ante nadie.

 Porque ahora nace una nueva Inés, con garras y dispuesta a luchar, sin bajar la cabeza ante nadie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝗟𝗔 𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧𝗔𝗥𝗜𝗔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora