⚠️21+🔥 Única comedia romántica del Miniverso. Después de un desamor, Inés acaba de mudarse a otro país con su mejor amiga para intentar empezar de nuevo. En busca de nuevos sueños y metas, consigue trabajo como secretaria en una de las mayores empr...
⸺ ¡Ey! ¡Gnomo, despierta! ¡Vas a llegar tarde, levántate pronto! ⸺ me grita Rita, su voz resonando como un trueno en la habitación silenciosa. Me despierto de golpe, el corazón latiéndome con fuerza, y la irritación me envuelve al instante. ¿Por qué me llama gnomo? Es malvada; se burla de mí por medir apenas 1.55 cm, un detalle que me persigue como una sombra.
Trato de levantarme, pero mi pie se enreda en el edredón suave y cálido, y termino cayendo de la cama, aterrizando de manera torpe, boca abajo. En el suelo, mi cuerpo siente el impacto, una punzada de dolor recorre mi cadera. Rita, desde la puerta, no se contiene y me grita de nuevo.
⸺ ¿Te volviste a caer, mensa? ¿Está todo bien?
⸺ No me caí, solo choqué contra la cama. ⸺ Respondo, intentando mantener la dignidad. No quería que se burlara de mí por caerme de la maldita cama por tercera vez.
Me dirijo al baño, donde la luz cálida del sol se filtra a través de la ventana, iluminando las baldosas blancas. El agua de la ducha me abraza, dejando que el vapor me envuelva mientras trato de despejar mi mente. Hoy es un día importante; el nuevo hombre que se hará cargo de la empresa donde trabajo llega, y la idea me hace sentir un nudo en el estómago. Al salir del baño, me apresuro a arreglarme, ya que no puedo permitirme llegar tarde. Fui asignada como secretaria de ese hombre que ahora será el nuevo presidente de la compañía. Todos lo quieren, menos yo, y eso me hace sentir un poco aliviada.
Me miro en el espejo, ajustando mi blusa blanca de manga larga, que resalta mi figura. La falda negra entallada, que llega justo a mis rodillas, acentúa mis curvas, y me hace sentir un poco más segura, aunque mi estatura a veces me haga sentir diminuta. Me pongo unos tacones que añaden unos centímetros más a mi estatura, logrando que, al menos, alcance los 1.60 cm. Un toque de labial rojo y un poco de rímel, y estoy lista para enfrentar el mundo.
Corro hacia la puerta, buscando mi bolso de cuero negro. Al darme cuenta de que se me ha hecho tarde, me despido rápidamente de Rita, y salgo de casa como si el tiempo me persiguiera. Pido un Uber que aparece casi de inmediato, y me lanzo al asiento trasero, sintiendo la adrenalina recorrer mi cuerpo.
Mientras el auto avanza por las calles bulliciosas de Seúl, recuerdo mi viaje hasta aquí. Han pasado tres años desde aquel día que cambió mi vida. He cambiado tanto, no solo por fuera, sino también por dentro. Ya no soy esa niña tonta de 24 años; ahora tengo metas y sueños que algunos ya estoy empezando a alcanzar, y eso me da una pizca de orgullo.
⋮
Cuando llegué a Seúl, me reinventé. Cambié mi look y encontré un trabajo en una de las empresas de publicidad más grandes y respetadas del país: Studio99. El ambiente estaba lleno de creatividad, con colores vibrantes y ideas desbordantes, y yo me sentía afortunada de ser parte de él.
Se rumorea que la persona que tomará el cargo de presidente será el hijo mayor del señor Min Haneul. No sé mucho sobre él; solo he escuchado que es un hombre malhumorado y maleducado, que cambia de mujer como quien cambia de camisa. Sin embargo, también se dice que es increíblemente guapo, el tipo de belleza que podría deslumbrar a cualquiera. Pienso que eso es una tontería; yo misma no caería a sus pies. Solo espero que no sea un monstruo, porque no tengo un filtro y mi lengua tiende a ser afilada cuando me enfrento a la gente estúpida.
Me despierto de mis pensamientos cuando el conductor dice que hemos llegado. Me bajo rápidamente del auto y camino casi corriendo hacia mi piso. Quiero prepararme para la llegada de los jefes. Al salir del ascensor, miro el reloj, y siento un alivio al ver que llegué a tiempo. Sin embargo, en ese momento, mi celular comienza a sonar. Al agacharme para sacarlo de mi bolso, el destino decide jugarme una broma. Mi cuerpo choca con alguien y caigo al suelo, como si el suelo y yo tuviéramos una relación seria.
Me levanto para disculparme, ya que creo que es mi culpa por no prestar atención.
⸺ Lo siento, me distraje buscando mi celular y no me di cuenta; terminé chocando con usted. De verdad, lo siento. ⸺ Hago una pequeña reverencia y miro a la persona con la que me topé. No puedo evitarlo: es increíblemente guapo. ¡Jesucristo!
⸺ Todo por distraída. Torpe. ⸺ Me responde con una sonrisa burlona, rompiendo el hechizo que me había atrapado. A pesar de su atractivo, me doy cuenta de que es un maleducado. Como no tengo sangre barata, le devuelvo la mirada.
⸺ ¿Torpe? Torpe tú y tu abuela, imbécil.
Abre la boca para replicar, pero lo dejo hablando solo y me dirijo al baño a asegurarme de que todo esté en orden. Al salir, camino hacia mi escritorio, ansiosa por enfrentar el día.
⸺ Inés: Presidencia, buenos días.
⸺ Sr. Min: Señorita Inés, necesito que venga a mi oficina, por favor.
Cuelgo el teléfono, tomo mi tablet y me dirijo a la oficina del señor Min Haneul. Al llegar, toco la puerta con un ligero nerviosismo.
⸺ Adelante ⸺ me dice el señor Min. En ese momento, veo a un hombre de espaldas. Algo en su postura me resulta familiar.
⸺ Señorita Inés Oliveira, me gustaría presentarle a mi hijo Min Yoongi, quien se hará cargo de esta empresa en su totalidad a partir de ahora.
Cuando el hombre se da vuelta, me congelo en el lugar. Él es el mismo sujeto con el que me topé y al que maldije. ¡Holy shit! Debo haber hecho algo muy malo en mi vida pasada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El señor Min se levanta de su mesa, cierra su pluma y habla con orgullo.
⸺ Hijo, Inés es una excelente empleada; ella te ayudará en todo lo que necesites.
⸺ Está bien, padre ⸺ responde él, y me lanza una mirada que me hace sentir expuesta. Asiento con la cabeza, tratando de ocultar mi nerviosismo. El señor Min sale un momento de la oficina, dejándonos a mí y al hombre que me ha hecho perder la compostura.
⸺ Entonces, señorita torpe, ¿Qué tenemos para hoy? ⸺ se acerca a su escritorio y se sienta, preguntándome con una sonrisa que desafía mi autocontrol.
⸺ Señorita Inés Oliveira. Tiene dos reuniones ahora por la mañana; la primera empieza en 20 minutos y la segunda a las 16:00 hrs.
⸺ Bien. Justo después del almuerzo. Por cierto, hoy veré a mi abuela y le mandaré tus saludos... señorita tor...pe. ⸺ Dice eso con una sonrisa burlona, y yo simplemente me doy la vuelta y salgo de allí, prácticamente encabronada. Me doy cuenta de que voy a necesitar mucho té de lavanda para lidiar con este infeliz.
Le pido a Dios paciencia para no convertirme en una asesina.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.