3-Nuevo sentimiento

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Tras los combates en el poblado y haberlo salvado, todos estaban ya durmiendo en sus respectivas camas. Natsu dormía como un tronco en su colchón. Kagura por su parte se encontraba mirando el cielo por la ventana, pensando en las vidas que había logrado salvar pero especialmente en la sonrisa del joven dragon slayer.

―Es la primera vez que siento algo así―se llevó la mano al pecho―¿qué es este nuevo sentimiento?.

Observando la luna durante un buen rato más en la fría noche y en el cobijo de su manta, Kagura fue quedándose dormida hasta que se durmió del todo.

En la mañana siguiente el sol resplandecía con mucha fuerza. Desayunaron relajados y tranquilos pues ya habían cumplido con la misión. Los cuerpos de los goblins yacían carbonizados y gran parte de las cenizas se esparcieron con el viento de la mañana.

―Es bueno ver a está gente feliz―comentó la rubia viendo a los niños jugar felices y sin temor a ser atacados por los goblins.

―Es lo mejor de la misión por encima de la recompensa―añadió Kagura.

Cobraron la recompensa, recogieron sus pertenencias y tomaron el camino de regreso a Magnolia. Natsu contaba a Lucy como había derrotado a muchos de ellos. La joven espadachina contempló como el mago parecía un niño risueño contando sus batallitas. Ella se alegraba de haber salvado las vidas de esa pobre gente.

―Ey, acabo de recordar algo―dijo Lucy―pronto habrá un festival de comida, podríamos ir.

―¡Suena estupendo!―Natsu estaba con la boca que se le hacia agua.

―Parece que te gusta mucho la comida y las peleas―comentó Kagura.

―Ni te lo imaginas―este soltó una risa mientras se tocaba el estómago―que ganas tengo de probar todas las delicias.

Al llegar al gremio, lo primero que hicieron fue gritar que ya estaban de vuelta. Bueno, fue Natsu en realidad quien enseguida se puso a golpear y pegarse con los demás quienes ya habían iniciado estos. Kagura fue esquivando con elegancia cada objeto que volaba hacia ella y Lucy se apegaba a la espadachina para no recibir un golpe.

Llegaron a la mesa que estaba en un rincón donde no serían molestadas y Mirajane les trajo algo de comer.

―Ah, lo necesitaba, ha sido un largo viaje―Lucy comenzó a beber.

―Oye Lucy, tú conoces más a Natsu, ¿siempre ha sido así?―ella asintió.

―Siempre ha sido una persona que busca aventuras y se comería hasta los animales crudos―se echó a reír―pero también es alguien que siempre ha defendido al gremio, daba igual quien fuera el enemigo―su mirada se clavó en la bebida.

―Ya veo, daría su vida por estás personas

―Así es...es una persona confiable...

Kagura sonrió.

―¿Entonces está enamorada de él?―la maga celestial casi escupe su bebida.

―¡No!―respondió―puede parecerlo porque siempre estamos juntos pero...es un buen amigo y compañero, no tenemos esa clase de relación. ¿Y a ti?.

El silencio de la espadachina provocó una risita en ella.

―Entiendo que pueda gustarte, pero debo advertirte que Natsu no es bueno en ese tema...es muy despistado

―Entiendo

―Pero creo que poco a poco se irá abriendo al am-vio como se reía a carcajadas y golpeaba a todos los que se cruzaban en su camino―retiro lo dicho, lo tienes muy difícil.

Las horas pasaron y todo había vuelto a la tranquilidad. Mejor dicho, gracias a Makarov quien tuvo que pararles los pies ahora que Erza no se encontraba en el gremio.

―Deberíamos ir a ese festival y luego irnos de aventura―sacó un folleto con la caza de una extraña criatura que estaba asolando un territorio―Natsu vio la hoja que mostró Kagura.

―¡Suena genial, comer y cazar!―se golpeó la palma―¡estoy encendido!.

Quedaron para acudir al festival a la noche siguiente.

Se presentaron en la zona acordada y todo el mundo iba vestido con la indumentaria tradicional. Natsu se miraba mientras Happy soltaba algún comentario al respecto. Kagura y Lucy aparecieron pronto y también Erza quien hablaba con algunos miembros del gremio.

―¡Erza!―este se acercó―¿has venido por la comida?.

―Por supuesto―miró a las chicas―estáis muy guapas, os queda bien. A mi en cambio aún me cuesta ir así vestida―dijo algo avergonzada.

―A mi igual―comentó Lucy.

―Si siempre acaba medio desnuda o desnuda―Lucy golpeó la cabeza de Natsu.

Ya reunidos, comenzaron a caminar por toda la zona mientras iban probando las distintas comidas. Natsu no sabía por donde empezar y Kagura quien no dejaba de mirarlo, le sugirió unos pequeños platos.

En cierto punto de la noche tras mucho hablar, la espadachina se quedó a solas con él quien todavía seguía comiendo.

―Natsu, ¿a ti te gusta alguien?―preguntó después de armarse de valor.

―Mmmm, nunca he pensado en el amor

―Ya veo, ¿pero alguien que te haga sentir especial?.

Este negó con la cabeza.

―Ya veo...

―Me encanta la lucha y la comida, es algo que me hace muy feliz. Además, el amor es muy complicado para mí―se rascó la cabeza―pero es importante en la vida...supongo.

―Entiendo―dijo―esto va a resultar muy complicado―pensó ella―tal vez debería pedirle ayuda a las chicas. Creo que lo que siento es amor...o puede atracción, pero cuando le veo...siento una enorme tranquilidad.

―¡Mira cuanta comida!―exclamó el joven asustando a la chica quien suspiró aliviada.

―Eres de lo que no hay―se echó a reír.

Aquella noche fue muy bonita para Kagura quien pudo conocer de primera mano como era estar cerca de Natsu, sus comportamientos infantiles...pero sobretodo, lo increíblemente relajante y divertido que era ir junto a él.

Los primeros sentimientos han florecido en ella, ¿pasará lo mismo con Natsu?.

Continuará...

Acero derretido (Natsu x Kagura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora