11-Cita

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Los dos se sentaron a desayunar con una gran sonrisa en sus caras. Kagura estaba feliz de ver que todo lo que estaba viviendo era real, que no era un sueño. Suspiraba enamorada y sonrojada mientras veía de reojo al chico. Este se hallaba igual pues nunca había tenido pareja y era la primera vez. Los sentimientos de su cuerpo eran reales pero su falta de experiencia no hacia más que crear nerviosismo en él. Incluso le afectaba al apetito pues comía más despacio, era un mar de emociones.

―He visto mucho de mis compañeros enamorarse y sentirse nerviosos por lo que yo consideraba algo tan simple y ahora me hallo en la misma situación. Ella siente lo mismo por mi...¿entonces por qué estoy nervioso?―pensaba el chico masticando.

―Natsu se ve raro...pero parece feliz...quizás está nervioso...―la chica pensaba que tal vez no sabía expresar lo que sentía. Recordó lo que le dijeron sus compañeras del gremio sobre este―seguramente no sepa gestionar esto...aunque yo tampoco sé muy bien como hacerlo.

―Parece nerviosa...así que no soy el único―en la mente de este se formaban escenas de pareja de ambos. Veía la sonrisa y le encantaba, aceleraba su corazón..

Continuaron en silencio pero siempre con esa sonrisa de enamorados. 

Al terminar se pusieron a limpiar un poco la casa. Natsu miraba de reojo a la chica quien de vez en cuando giraba levemente la cabeza para toparse con aquellos ojos.

Tras haber hecho un poco de limpieza, Kagura comentó que podrían ir a dar una vuelta. Natsu asintió feliz y se fueron a cambiar, querían estar presentables. Natsu tuvo que rebuscar en algo que no fuera ropa de combate. Recordó que Lucy le regaló varias prendas por si llegaba el día en el cual tenía que usar algo así, algo que según la maga celestial dudaba que fuese a hacerse realidad. Pero ahí estaba, llegó el momento.

La joven quedó impresionada al verlo de aquella manera tan formal, habituada a que sus ojos lo vieran con ropa de aventurero, ahora iba hecho un pincel.

Ella también llevaba una ropa de salir, aunque no se desprendía de su espada, dijo que la dejaría en el gremio cuando pasarán para no ir con ella a todos lados.

―Te queda muy bien―comentó el chico rascándose la mejilla.

―Gracias―ella se echó el pelo hacia atrás un poco para acomodárselo.

Caminaron hasta la entrada a la ciudad y luego siguieron recto por una de las calles pero tomados de la mano. Kagura fue la que dio el paso deslizando sus dedos entre los de él para tener ese agarre firme. Se miraron, sonrieron y miraron al frente. Seguramente los demás se llevarían una buena sorpresa.

Y efectivamente, así fue pues todos dieron un enorme grito de sorpresa al verlos entrar tomados de la mano. Era sorprendente ver a Natsu con pareja, sobretodo si se trataba de alguien como Kagura quien trataba de no mirar a la gente. Estaba avergonzada, y más cuando todos aplaudieron y vitorearon por su relación. Gray rodeó con el brazo al joven dándole la enhorabuena. Uno a uno fueron felicitando y dijeron que debían celebrar aquello, que una nueva pareja había salido. Cualquier excusa era buena para beber y comer hasta desmayarse.

Makarov se puso a llorar como un niño al ver que su pequeño había crecido. 

―¡Nunca pensé que este día llegaría!―lloraba a raudales mientras Mirajane le consolaba.

―¡Eso es lo que hacen los hombres!―exclamó Elfman.

Estuvieron un rato allí festejando junto al resto del gremio hasta que Kagura le comentó que era hora de irse, que tenían una cita.

Ambos salieron despidiéndose de todos ellos hasta desaparecer de su mirada.

―Vaya, si que les gusta celebrar―dijo ella.

―Si, los de Fairy Tail somos así―comentó sonriente.

Lo primero fue caminar tranquilos, tomados de la mano por las calles mientras contemplaban los escaparates de las tiendas. Kagura se paró en unas cuantas, sobretodo en tiendas de armas para ver las espadas. Natsu comprobó que le fascinaba demasiado pues se ponía a discutir con los comerciantes la calidad de la misma.

Por su parte, Natsu siempre se paraba en los puestos de comida o se dejaba llevar por el olor de las panaderías. 

Cuando llegó la hora, acudieron al restaurante donde habían hecho la reserva. Al ser reconocida, no dudaron en hacerle un hueco a Kagura quien aparte de famosa, era muy conocida por su bondad hacia los más pequeños.

―Por favor pasen por aquí―dijo el camarero guiando a los jóvenes.

Los dos se sentaron en un lugar muy cómodo y cerca de uno de los ventanales. Era un rincón romántico adornado con unas pocas velas. Kagura sonreía feliz, estaba muy ilusionada y llevaba desde hace unas horas estar allí sentados, en plan cita.

―Estoy un poco nervioso―confesó el chico mirando por la ventana mientras trataba de que no se le viera el sonrojo.

―Yo igual―no podía ocultarlo, pero también se encontraba feliz.

―¿Nunca has tenido pareja?―ella negó―yo tampoco.

―Lo sé...Lucy y Levy me hablaron de ello. Tenía curiosidad, quería saber un poco más de ti aunque lo he podido saber gracias a todo lo vivido hasta el momento.

―Esas dos seguro que me pusieron verde

―No, te tienen mucho aprecio, todos en el gremio te quieren mucho

―Y yo a ellos...son mi familia.

Les trajeron la comida y a diferencia de otras veces, Natsu comió de manera lenta y apropiada. No quería causar mala impresión en un lugar. Además, no deseaba avergonzar a Kagura con sus modales.

Durante la cena, Kagura le relató algunas de sus aventuras vividas y Natsu escuchaba todo atento. No eran tan peligrosas como las que habían vivido ellos pero aún así eran divertidas, algunas tristes y otras emocionantes.

Toda la cena fue estupenda, luego pagaron la cuenta y se marcharon a casa. Lo hicieron tomados de la mano, comiendo algo de helado y riendo como niños pequeños. La chica se lo estaba pasando de maravilla, no recordaba la última vez que se había sentido tan feliz.

―Hemos llegado―dijo Natsu abriendo la puerta y dejando que la chica entrase.

―Que caballeroso

―Gracias.

Se cambiaron poniéndose algo más cómodos y se tumbaron sobre la cama a descansar. Ahora Natsu se sentía cansado por haber usado zapatos. Pero por un día no le importaba.

Kagura se subió sobre Natsu, alargó la mano para apagar la luz y luego procedió a besarse con su amado mago de fuego.

Continuará...

Espero que les haya gustado :D

Un saludo.



Acero derretido (Natsu x Kagura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora