10-Cuidados

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El joven dragon slayer corría por aquel oscuro pasillo persiguiendo al hombre, bajaba las escaleras y daba unos desvíos. Perseguía y se guiaba por el olor que desprendía este cuando al doblar una esquina se lo encontró a pocos metros de cara. Sin darle tiempo a hacer nada, sintió algo viscoso tocar su piel seguido de un dolor ardiente.

―Je, buena suerte muchacho―dijo este marchándose tras una puerta oculta.

El chico empezó a quemar su brazo donde le habían dado pero no servía, aquel veneno era lleno de magia muy poderosa. Tras esto cayó al suelo mientras daba largos gritos de dolor pues con el pasar de los segundos, el dolor aumentaba.

No supo exactamente cuanto tiempo estuvo allí, pero el dolor era agónico y parecía que lentamente se iba extendiendo por todo su brazo. Vio aparecer a Kagura junto a otras personas y enseguida lo trataron. Lo sacaron de la cueva y lo llevaron a la capital.

Mientras era transportado, Natsu escuchó decir a uno que habían hallado el cuerpo sin vida y casi siendo devorado por un enorme oso del hombre que envenenó al mago. El comerciante se vio sorprendido por el animal y encontró la muerte.

―Todo ha terminado, ese hombre murió de manera horrible, pero se lo merecía, ha hecho mucho daño a la gente―dijo Kagura quien le apretaba la mano, se mantenía a su lado durante todo el camino.

En el hospital, trataron mejor la herida de Natsu logrando extraer el veneno tras un rato doloroso donde Natsu sentía que iba a morir.

―Has tenido mucha suerte de no perder el brazo―comentó el médico―es un potente ácido que es muy dañino.

―Gracias doctor, ¿cuánto tiempo tendré que estar aquí?―preguntó este.

―Una semana, el veneno ha afectado a tu organismo y no sabemos como puede haberle afectado. Tenemos que seguir haciendo pruebas. No te preocupes, estás fuera de peligro, pero esto es para asegurarnos―contestó sonriente―todo irá bien.

Kagura recibió las noticias buenas y se alegró. Eso unido a que los recursos habían sido recuperados y entregados a los niños quienes recibieron con gran alegría toda la comida y ropa.

El gremio le envió una cesta con comida a Natsu en agradecimiento además de pagar los gastos médicos que hubiera. Como muestra de buena fe, Natsu le dijo a Kagura algo. Ambos donaron la mitad del dinero recibido por los gigantes a comprar más cosas para los niños.

―Realmente tiene un buen corazón, los dos―dijo Elrick.

―Gracias, voy a seguir cuidando de él.

La joven espadachina se pasaba las horas allí, leyendo o cuidando de Natsu. Le tomaba de la mano, casi lo pierde por culpa de ese hombre. Ahora estaba sano y salvo, durmiendo con una sonrisa y totalmente relajado.

El tiempo que pasaba con él no era lento, sino todo lo contrario, pues aprovecharon para hablar durante horas. Reían, se divertían con juegos de palabras o Natsu escuchaba como ella le leía algunos cuentos como si de un niño pequeño se tratase.

Además, también ayudaba a las enfermeras a cambiar el vendaje del brazo o darle de comer. De está forma las enfermeras tenían más tiempo para atender al resto de pacientes.

―Lee otra vez ese cuento―dijo señalando uno de los libros.

―Está bien―se echó a reír.

La semana entera se pasó volando para ambos quienes se acercaron mucho más. Kagura dormía a su lado para ayudarlo en todo momento o si intentaban atacarle alguien relacionado con el mercader pues Natsu todavía no se podía defender por sí mismo.

Terminada esa semana, salieron del hospital rumbo a casa. El chico quería descansar una temporada de las misiones pues después de eso su cuerpo estaría débil un poco más. Pero como había dicho el médico, no era nada.

El camino de regreso fue lento, Natsu caminaba lentamente y no podía correr. Pero aún así alegraba el día con sus bromas a la joven. 

En su llegada al gremio, ambos contaron todo y comieron y bebieron. Sus amigos se preocuparon por Natsu quien le restaba importancia como era costumbre.

―Bueno, eso fue todo―dijo el mago en la puerta de su casa.

―Ya―ella se sentía triste por dentro, se había terminado.

―Oye, ¿quieres quedarte a dormir?, ya es tarde y aún sigo algo mal―se rascó la mejilla.

Aquello hizo feliz a la maga quien asintió antes de entrar. Dejó sus cosas y se sentaron juntos. Los dedos del chico se entrelazaron con los de ella. Sonreían como idiotas sin decir nada, mirando por la ventana. Las pequeñas gotas de la lluvia empezaron a caer y este encendió su chimenea usando algo de su magia.

Kagura se arremangó llegada la hora y se puso a cocinar algo de cenar pues tenía algo de hambre al igual que este.

―Que bien huele―dijo este con baba en la boca.

―He hecho lo que he podido con lo que había―comentó ella colocando los platos.

―Mañana iré a pescar, ¿quieres venir?

―Claro, solamente pesqué de niña.

Los dos cenaron en silencio, sonriendo, disfrutando de su compañía mientras escuchaban la lluvia caer sobre el lugar. El fuego luego les dio un ambiente acogedor, Natsu no sabía muy bien como afrontar está situación. Siempre había sido un bruto para hacer todo así que esa situación para él era nueva.

―Kagura...―comenzó a decir mirándola a los ojos.

―Shhh, no digas nada.

Le tomó del rostro y le dio un pequeño y cálido beso en los labios. Poco a poco Natsu se fue dejando llevar. Iba aprendiendo sobre la marcha, la joven no se lo terminaba de creer. Todo había pasado tan rápido...pero no le molestaba en absoluto, lo único que quería es que aquel momento no se terminase.

Ya en el suelo, ambos siguieron con sus caricias y besos. Kagura le quitó la camisa a Natsu, dejando ver todavía el vendaje que llevaba.

―¿Te duele?

―No, ya no duele tanto...

―Natsu...

―Kagura...

Ambos se volvieron a besar ante el fuego como único testigo de la llama de su apasionado amor.

Fue una noche que ninguno de los dos olvidaría nunca. Ella se despertó algo tarde, al voltear sobre la cama no encontró a Natsu.

―¿Dónde estará?.

Entonces le vino un olor a desayuno y entendió que este se hallaba preparando la comida. Se levantó tras unos pocos minutos más, salió y lo vio.

―Buenos días―este simplemente volteó y esbozó una gran sonrisa.

Esa que tanto le gustaba a ella...

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo :D

Acero derretido (Natsu x Kagura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora