7-Sentimientos en el fragor de la batalla

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Ambos magos corrían por las calles de la ciudad mientras evitaban a los comerciantes y civiles que escapaban despavoridos de los enemigos. Era una marabunta para salvarse el primero sin importar a quien dejabas atrás. Natsu saltaba sobre los puestos que apenas contenían ya los productos pues ya estaban en el suelo.

―Natsu, tenemos que tomar otra ruta, sino será imposible pasar por tanta gente―ahora los dos estaban pegados en un hueco de la pared para evitar ser embestidos y pisoteados.

―¿Qué se te ocurre?―preguntó este.

Ella miraba hacia arriba, quizás podían saltar para ir por los tejados. Entonces vieron al hombre del gremio correr por los tejados, se les estaba adelantando y les levantó el pulgar como gesto de burla.

―¡No podemos perder!―Natsu agarró de la cintura a Kagura―¡vamos!.

Dio un grito y utilizó el fuego de sus pies para impulsarse hacia arriba, se sujetó en unas barras de metal con las que se ayudó llegar hasta los tejados. Allí ya respiraron un poco al ver a Kagura respirar porque le pilló desprevenida.

―¿Estás bien?―preguntó este.

―Claro, un segundo...dame más tiempo antes de hacer algo así―respondió ella recuperando el aliento.

―Se nos escapa―señaló Natsu a lo lejos viendo a este llegar hasta el paso de destrucción.

―Si, en marcha―ya recuperada echaron a correr con cuidado por los tejados, saltando de edificio en edificio.

A medida que se acercaban a la zona escucharon los rugidos de los trolls mientras abajo las pocas personas que aún quedaban escapaban como podían. Pronto se toparon con las bestias, eran tan grandes como esperaban. Kagura vio la sonrisa del joven y veía que iba a hacer.

―¡Recuerda que los necesitamos vivos!―avisó la espadachina.

―Claro, no te preocupes por eso, yo me hago cargo

―Eso es lo que me preocupa

―Un poco de fe no vendría mal.

Lo que más sorprendió a ambos fue ver a las bestias portar una enorme armadura que les protegía de los golpes. Kagura fue la primera en ir y atacar con la espada, tenía que comprobar la dureza y fortaleza de los enemigos.

Su espada fue detenida por la hoja de uno de ellos que sorprendió a la joven antes de dar un salto esquivando el porrazo de otro.

―Son rápidos para ser tan grandes―pensó―debo hallar la manera, supongo que una distracción.

Natsu no tardó en aparecer en escena gritando y tratando de derrotarlos de un golpe pero se vio en las mismas que su compañera. Por detrás de ellos apareció este con su arma golpeando la pierna de uno de ellos haciendo que diera un gruñido de dolor.

―¿Qué pasa grandullón?, ¿necesitas una tirita?―le preguntó burlesco este.

Este se deslizaba por el terreno con mucha soltura, se notaba que tenía experiencia y conocía muy bien el terreno pues no tenía problemas en ir esquivando cada golpe.

Natsu no quería quedarse a un lado así de nuevo saltó y envolviendo en fuego su puño alcanzó a uno de ellos en el pecho. Pero no le hizo más que cosquillas. De un manotazo fue enviado contra la pared y este no comprendía nada.

―Natsu, ¿estás bien?

―Si...―se sobó la mejilla―menudo golpe...eso hace que me emocione mucho más.

Durante los siguientes minutos, intentaron atravesar las defensas pero eran seis trolls contra ellos tres, tocaban a dos cada uno. El otro puede que no lo estuviera derrotando pero tampoco lo hacia nada mal. Parecía tener una estrategia.

―¡Venga, se que puedes hacerlo mejor!―el hombre se detuvo delante de uno de ellos―¿ya estás cansado?.

El troll intentó golpearlo pero este le hizo un pequeño corte en la pierna, en la zona que quedaba al descubierto e hizo que perdiera el equilibro durante un momento y cayó al suelo de culo provocando las risas de sus compañeros.

Dio un rugido enfadado y empezó a aporrear todo a su paso desde el suelo.

Kagura esquivo por los pelos y después de mantener un momento la calma...se puso a dar saltos evitando los golpes con elegancia. Se movía de una forma que Natsu no había visto hasta en ese momento, parecía desplazarse como el viento. Los trolls se quedaban cerca de golpearla. Otro viendo eso temería por ella, pero Natsu sentía que era imposible que le dieran por muy cerca que se encontrase de su cuerpo.

En aquel instante algo surgió dentro de Natsu, un sentimiento que nunca antes había sentido. Era tan fuerte que se distrajo lo suficiente para ser golpeado. Pero el hombre del gremio lo evitó echando una bomba de humo en la cara de este.

―¡No deberías quedarte mirando a otro lado!―advirtió este―¡esperaba mucho más de los del gremio de Fairy Tail!.

Natsu se sacudió la cara y volvió al combate. Los tres hicieron frente a los trolls aunque el dragon slayer y la espadachina no encontraban la forma de hacerles frente. Eso les frustraba mucho, especialmente al mago quien tenía ganas de golpearlos.

―A veces hay que mirar detenidamente―aconsejó el del gremio.

―¿Quién eres?

―Me llamo Elrick, tened presente mi nombre.

Kagura le pidió a Natsu seguir mirando los ataques para aprender sus patrones y buscar una debilidad en su armadura. Este asintió a regañadientes, acostumbrado a golpear a todo lo que se movía sin esperar que fuera tan complicado, tuvo que cambiar de estrategia.

―¡Natsu dame impulso!―este colocó sus manos y lanzó hacia arriba a la maga quien cayó en picado usando su espada.

El golpe resonó por todo el lugar. Le dio en el casco protector que llevaba pero solamente le hizo un pequeño rasguño y eso que se había empleado a fondo.

―¡Mierda!―ella dio un par de saltos en el aire usando su magia antes de caer al suelo y recuperar un poco el aliento―son muy duros.

―Ya os he dicho que observéis...usad el fuego...―dijo este hiriendo a unos cuantos más aunque sus ataques parecían no funcionar.

Kagura se acercó a Natsu tras sentir una idea. Se la contó y Natsu esbozó una sonrisa, realmente podría funcionar si lo hacian bien.

―¡Que lista eres!―dijo este sonriendo.

De nuevo Kagura se fue a atacar ante el halago del joven que la hizo sonrojarse un poco. El joven por su parte aguardó el momento propició para hacer lo que habían planeado. Aunque este no pudo evitar embobarse un poco mirando a Kagura moverse con soltura y elegancia propia de una maga poderosa que realizaba movimientos que cualquier podría mirar durante horas...

En ese momento florecieron los sentimientos en el fragor de la batalla...

Continuará...


Acero derretido (Natsu x Kagura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora