Primer Otoño Sin Ti...

La Reputación Familiar

Durante las largas vacaciones de Anthony por Europa; Londres, Alemania, Italia, Grecia...Enviaba postales casi todos los días para la abuela y nosotros, fotos que no publicaba en Instagram. Papa había vuelto a sus redadas sexuales con mujeres de las cuales mama se estaba inundando de de sospechas muy bien fundadas, ni siquiera Allan tenía idea de con quien estaba saliendo. Mama se la pasaba llorando y en visitas de conversaciones secretas con la abuela que disimulaban muy bien, Fanny en cambio se la pasaba de fiestas y tragos con sus amigos gays en el club nocturno de la ciudad, donde bebían y bailaban hasta más no poder.

Las cosas iban de mal en peor y papa salía después a cenar a verse con una mujer que desconocía y mama se iba detrás de él, para descubrir quién era y solo se quedaba afuera de la casa; dentro del auto llorando, estacionada al frente de algunas de las vecinas de la nueva amante de papa. Eso me intrigaba, papa se encaprichaba en más mujeres y no deseaba estacionarse con sus libertinas amigas de alcoba. Era demasiado evidente para no darse cuenta que estaba con una o la dejaba un tiempo y regresaba con otra. Salia con frecuencia todas las noches después de cenar; dejaba a su amante, olvidando sus secretos de cama y besos desenfrenados regresaba a casa, se acostaba y al parecer volvía a ser el hombre de siempre. A mama le causaba ansiedad tener que ir al Ginecólogo por una consecutiva infección de orina. Después regresaba a sus redadas de conquista y las noches de placer sin límites con sus muy bien referidas amantes.

Detestaba tener que mentir y fingir que no sucedía nada; cuando yo sabía que no era así. Me distraía en el instituto y a veces me escapaba para ir a mis clases de actuación, porque solo quería morirme al ver a mi madre sufriendo en silencio y tener que hacerme el ignorante de la situación en el matrimonio de mis padres.

- Le voy a pedir el divorcio, no aguanto más – decía mama en una conversación con la abuela – No, yo no puedo seguir en esta zozobra y dormir juntos... Lo odio con su sonrisa fingida y te amos de mentira cuando me engaña con esas cualquieras – Termino en rugir.

- Ya sabes, ellos son los que terminan perdiendo – Dice la Abuela Margot sin perder la compostura – Pero pensándolo bien, retrasaría el divorcio para tratar de conquistarte – Se fía la abuela – eso sí, es muy propio de él. ¿Recuerdas cuando tuvo aquel niño que tiene la misma edad de Brian? Ese; el que tuvo con la prostituta en un arrebato de tonterías pasional y se lo perdonaste – Se burla y la ve a los ojos – Yo mejor ni opino hija, el tercero es el que sobra y yo... - se burla – no tengo velas en el entierro – No quiero tener nada que ver con la decisión de mama y mas porque sabía que papa la odiaba, cuando se recuperaran le echaría la culpa.

La empresa de papa estaba en su mejor momento solo necesitaba una excusa para converse a uno de sus inversionistas que de seguro era el más importante, pero no conseguía como metédselo por los ojos, no tenía una hija con la cual comprometer al hijo de su inversionista, ni otra cosa que tuviera gran valor para aquel hombre. Cuando llego todos estábamos en la mesa para cenar, incluso la abuela Margot y Fanny, al verlas papa se alegro también quería incluirlas en lo que en su pensar era la mejor idea que había tenido en estos últimos días; y era invitar una tarde a su inversionista con su familia, cenara con nosotros y viera que éramos un buen núcleo familiar; nuestra reputación salvaría el gran proyecto de su empresa.

- Fanny hija, suegra bienvenida – Dice papa al sentarse en la mesa con nosotros, después de lavarse las manos.

- Querido gracias, pero lastimosamente fuimos invitadas por otras circunstancias – Dice la abuela incomoda, y señala a mama.

- ¿De qué habla? – Pregunta papa y toda la atención estuvo en mama que estaba seria.

- Que quiero el divorcio y que debes irte de la casa lo más pronto posible – Dice mama fría y sin lagrimas. Estaba sorprendido.