King of the streets || Chestappen § Chewis

06. La nueva sensación

Sergio despertó a primera hora de la mañana para ir a correr a la playa. El sol apenas estaba rozando los techos de los edificios de la bella Manama, capital de Baréin, dando paso a un amanecer espectacular que le estaba calentando cada fibra de su piel. Lo bueno de salir a esa hora era que había muy poca gente andando por ahí, permitiéndole tener un momento de paz después del fin de semana lleno de tanta adrenalina.

No solo amaba Baréin por los buenos recuerdos que le tenía —siempre que viajaba ahí se veía a él en lo más alto del podio, agitando su trofeo de primer lugar de la mano de Racing Point después de una magnífica remontada en el Gran Premio de Sakhir— sino también porque le parecía un lugar muy bello para descansar. Los pilotos tenían permitido estar hospedados en el Four Seasons de la capital dos días más posteriores a la carrera y él quería disfrutarlos al máximo.

Cuando regresó de correr, se dio una ducha refrescante y se puso ropa cómoda para descansar el resto del día. Como no había desayunado tenía planeado bajar al comedor para recobrar energías, y justo cuando estaba por abandonar la habitación, recibió un mensaje a su teléfono. Era Lewis.

Lewis:

Sé que estás despierto porque te vi pasar por el lobby, solo que ibas demasiado concentrado en tu teléfono y no quise molestarte. En fin, espero que tu rutina de ejercicio haya ido bien. ¿Desayunamos juntos?

Sergio sonrió y enseguida pensó que desayunar acompañado no estaba del todo mal, así que se apresuró a escribir una respuesta.

Sergio:

¿Dónde nos vemos?

Lewis:

En mi habitación, pediré servicio al cuarto. No tengo ganas de encontrarme con los demás.

Sergio:

¿Los demás?

Lewis:

Todos se reunirán para desayunar en el comedor. ¿Acaso no leíste los mensajes del grupo?

Sergio:

Tengo archivado el chat.

Lewis:

Eso explica por qué llevas medio año sin responder.

Sergio sonrió involuntariamente.

Sergio:

Bueno, te veo en tu habitación entonces.

Lewis:

Aquí te espero.

Sergio volvió a guardarse el móvil en sus pantalones y fue a darse un último vistazo al espejo. Realmente le gustaba su nueva apariencia. La rutina de ejercicios que había aprendido con Lewis durante los últimos dos meses más la dieta que estaba haciendo habían dado resultados muy rápido. Incluso parecía más joven. Lewis había accedido a entrenarlo durante las vacaciones ya que Jo, su preparador físico, no había podido hacerlo, pero ahora que se encontraría con él en Arabia Saudita no tenía dudas de que estaría orgulloso de su cambio.

Su mirada bajó un momento al tocador, dónde reposaba la memoria que contenía toda la información que había robado la noche anterior. Estiró la mano lentamente y la tomó con delicadeza, alzándola hasta tenerla a la altura de sus ojos para verla mejor. Semanas atrás, cuando se había ideado el plan, Toto le había dicho que él lo llamaría días después para que pudieran ponerse de acuerdo con la entrega de la información ya que el Gran Premio de Arabia Saudita se correría hasta dentro de dos semanas y quería dejarlo descansar. Aún era muy temprano para comenzar a realizar las mejoras y no quería poner sobreaviso a Red Bull de sus planes, por eso Sergio tenía que guardarla muy bien hasta que pudiera verse con Toto para entregársela.